Vitoria. En un partido en el que lo único importante era ganar, la forma siempre queda relegada a un segundo plano. Satisfecho con una victoria que devuelve al Deportivo Alavés a la atalaya de la clasificación, Miguel Ángel Álvarez Tomé varió ayer unos grados su discurso. Si hasta ahora siempre había mantenido que el liderato era una cuestión plenamente secundaria, el entrenador leonés asumió al fin que observar al resto de rivales por el retrovisor sirve al menos para levantar la envidia y el temor del resto de equipos. Y, por el mismo precio, también deslizó una de sus habituales puyas para el colectivo arbitral. "Ahora es el momento de empezar a dar importancia al liderato porque, salvo los que llevan el silbato, el resto de equipos te miran de otra manera", reconoció el técnico albiazul, feliz con el juego desplegado por sus pupilos.
"En la primera parte hemos tenido un control total del juego y hemos generado ocasiones, en la segunda hemos hecho un peor fútbol pero igualmente hemos tenido siempre controlada la situación. Nos han creado peligro salvo en la última jugada", explicó Tomé en referencia al penalti pitado tras una falta en el área de Óscar Rico. Precisamente el extremo alavesista, condenado al ostracismo durante gran parte de la temporada, fue uno de los hombres que recibió los elogios de su preparador. "Ha generado buenos pases. Casares también ha jugado bien, e Ibon Gutiérrez ha hecho un gran partido. Es muy buen jugador. Irá a más", adelantó sobre jugador vizcaíno, genial ayer en la medular. Además, Álvarez Tomé confirmó que Dituro será a partir de ahora el guardameta titular. "Tendrá continuidad. Hemos hablado con él y con Montero y seguirá jugando, aunque espero que haya una competición sana entre los dos", confió finalmente el técnico, que asumió que en este tramo final de temporada al Alavés le tocará "mirar los resultados que van consiguiendo nuestro rivales por el ascenso".