Vitoria. La publicación ayer en el Boletín Oficial del Registro Mercantil (BORME) de la prórroga de la ampliación de capital del Deportivo Alavés hasta el próximo 4 de abril (el proceso se cerrará a las 19.00 horas de dicho día si anteriormente no se ha suscrito todo el capital disponible) abre la que tiene que ser la fase definitiva para la llegada a la entidad del Paseo de Cervantes del grupo inversor que ponga sobre la mesa los 2.513.862,8 euros necesarios para adquirir las 41.828 acciones, al precio de 60,1 euros cada una, que todavía quedan a la venta tras haberse cumplido las dos primeras fases de la ampliación sin que se produjesen movimientos significativos.
La pelota queda ahora en el tejado de las instituciones, sobre todo en el de una Diputación Foral de Álava que se ha convertido en el motor de todo el proceso, buscando, por una parte, la unión de un grupo inversor y, por la otra, intentando que el actual presidente, Alfredo Ruiz de Gauna, concediese las mayores facilidades posibles para la culminación de un proceso que se está alargando mucho más de lo inicialmente previsto.
Con la apertura de la tercera fase de la ampliación, el Ejecutivo foral ve cumplido su último requerimiento al actual accionista mayoritario. Tiene ahora la Diputación el tiempo (algo más de tres semanas) que exigía para llevar todo el proceso a buen puerto tras semanas de exigentes negociaciones.
Cumplida esta exigencia, el papel de Ruiz de Gauna vuelve a quedar relegado a un segundo plano. La comprometida situación económica en la que se encuentra sumido el club le ha obligado, a pesar de su inicial rechazo, a proceder a la apertura de la tercera fase de la ampliación. Ahora, la esperanza para el presidente es que todo se resuelva con la mayor celeridad posible para evitar así la próxima amenaza que se cierne sobre el futuro alavesista, que no es otra que las vistas en el Palacio de Justicia por incumplimiento del convenio de acreedores que se celebrarán el próximo día 24 de marzo.
Para agilizar los trámites que posibiliten la llegada de nuevos inversores, la Diputación tiene en su mano una importante baza por jugar y que podría otorgar tranquilidad al proceso de sucesión que se abriría en la cúpula de la entidad del Paseo de Cervantes.
Acuerdo complicado Tal y como consta en el acta de la junta de accionistas celebrada el pasado 24 de diciembre, el presidente alavesista se comprometió, a petición del representante de la plataforma Asiste o Delega, a ceder su derecho preferente de compra de acciones. Cumplido ese punto durante el primer mes de ampliación, en dicha junta también se recogió el compromiso de Ruiz de Gauna a la "cesión de los poderes de sus acciones a la Diputación o una institución pública para que gestione el trasvase del actual consejo de administración a un posible grupo que pueda comprar".
Se entiende por parte de Asiste o Delega que la presencia de Ruiz de Gauna al frente del club podría constituir una barrera para la entrada de nuevos inversores, que verían cómo su capital sería financiado a lo largo de un mes por el actual presidente hasta que se produjese el relevo en el consejo de administración tras la celebración de una nueva junta extraordinaria.
Quedaría así en manos de la Diputación esa posibilidad de transmitir a Ruiz de Gauna la existencia de un nuevo grupo inversor y pedir el traspaso de poderes. Eso sí, vistas las relaciones, inexistentes, entre ambas partes, parece bastante complicado que este extremo llegue a producirse. Aunque se produjese esa petición, situación ya de por sí bastante complicada, el presidente tendría plena potestad para no proceder a esa posibilidad de ceder sus poderes que quedó registrada en el acta de la última junta.