Vitoria. Una lectura no es suficiente para que el Deportivo Alavés se aprenda la lección. Dicen los sabios que hay que aprender de los sucesos negativos de la Historia para que dichos pasajes no vuelvan a repetirse. Se ha cansado de reiterar Miguel Ángel Álvarez Tomé a lo largo de la semana la necesidad de cerrar los partidos cuando el marcador es favorable. Ni cuando ni siquiera el rival parece capaz de alterar una tarde apacible se puede confiar uno. Nuevo paso por el peaje por culpa de los fallos en ataque para sentenciar y de los errores defensivos en momentos clave. Y para completar el percal, un árbitro con un silbato capaz de cercenar cualquier esperanza. Repetida triste historia para un Glorioso que perdió una merecida victoria y que ha de levantar cabeza cuanto antes para no sembrar de dudas su futuro.

Tras dos jornadas de ciertos titubeos, la puesta en escena del Alavés fue la de sus mejores tardes. Con el regreso de Morcillo a la banda izquierda y de Alaña al centro del la defensa, el centro del campo y la creación de juego quedó en las botas de Ibon Gutiérrez y Salcedo, dos de las mentes más privilegiadas de este equipo. Recuperadas las señas de identidad de este grupo, con una presión intensa y adelantada, pronto comenzó a marcar sus dominios el cuadro albiazul para amedrentar a un Palencia que en la primera parte solo rozó el peligro a balón parado.

También las jugadas de estrategia fueron un gran valor para los pupilos de Álvarez Tomé, pero en el caso del bando local las llegadas no se limitaban únicamente a saques de esquina y faltas. Las bandas volvieron a encontrar la profundidad a través de dos estiletes como Casares y Óscar Martínez acompañados por las llegadas por el centro de Geni, Esparza y Salcedo. Un auténtico orfeón futbolístico que se adueñó del esférico para trenzar un fútbol preciso al que solo le faltó el acierto para componer una obra maestra.

Eso sí, como pegada no es lo que le falta a este equipo, entre tantas y tan claras oportunidades el gol tenía que acabar llegando más pronto que tarde. Lo hizo en el minuto 17 con un excepcional servicio desde la esquina de Salcedo, solventado con un cabezazo picado de Óscar Martínez en el segundo palo ante el que Castilla no pudo reaccionar. Un gol rápido para resarcirse de las malas experiencias vividas recientemente.

Quiso la fortuna que no dejase el cuadro alavesista el partido sentenciado antes de coger el camino de los vestuarios. No quiso la fortuna acompañar al conjunto vitoriano en los metros finales, en los que solo la falta de acierto impidió un resultado mucho más abultado. Incluso una ocasión en la cabeza de Esparza a apenas un metro de la línea de gol la salvó como buenamente pudo Castilla.

fallos y remontada Se abrió la segunda parte con el mismo guión con el que se había cerrado la primera y continuaba el Alavés perdonando la vida a un Palencia que ni siquiera hacía el amago de buscar un resultado positivo. El correr de los minutos y lo ajustado del marcador volvían a dejar al conjunto vitoriano en una situación de tensión máxima, con la duda de dar el paso hacia adelante para sentenciar o de echarse hacia atrás para evitar el peligro rival.

Entre unas cosas y otras llegaron los despistes. Solo fueron dos, pero más que suficientes para que el cuadro castellano pescase en Mendizorroza sin apenas haber lanzado la caña. Apenas nueve minutos, los que van del 72 al 81, necesitaron Solabarrieta -tras aprovechar un fallo de Alaña- y Chuchi -en un lanzamiento directo de una falta más que dudosa- para darle la vuelta al marcador. En ese momento, volvió a sacar a relucir el Palencia su especial manejo del otro fútbol, ese en el que tan mal se desenvuelve un Alavés castigado de nuevo por no saber sentenciar. Sigue El Glorioso en su particular desierto y ni siquiera cuando se avista el final consigue alcanzarlo. La mejoría pasa a ser ya una obligación perentoria.

Goles: 1-0, minuto 17: Óscar Martínez. Saque de esquina de Salcedo al segundo palo donde Óscar Martínez realiza un remate de cabeza picado que no puede parar Castilla. 1-1, minuto 72: Solabarrieta. Balón perdido por Alaña en una zona de peligro y Alejandro saca un gran centro para la llegada desde atrás de Solabarrieta que cabecea a gol. 1-2, minuto 81: Chuchi. Falta al borde del área albiazul que Chuchi lanza con maestría por encima de la barrera sin que Montero pueda llegar a detenerla.

Tarjetas: Conejo Rodríguez (comité catalán). Expulsó por doble amarilla a Ibon Gutiérrez (minutos 80 y 84). Amonestó a Óscar Martínez (minuto 12), Salcedo (minuto 29), Esparza (minuto 45), Saavedra (minuto 53), Víctor (minuto 61) e Iván Pelayo (minuto 73). Amarilla a Pepe Calvo (minuto 55) y Álvarez Tomé (minuto 82).