Vitoria. Ha estado especialmente exigente a lo largo de los últimos entrenamientos Miguel Ángel Álvarez Tomé, aunque el preparador albiazul asegura que no ha elevado varios decibelios el tono de su voz por los dos últimos tropiezos y que no se encuentra especialmente enfadado por esos fallos. "Con el primero que tengo que estar enfadado es conmigo mismo porque si las cosas no se hacen bien una culpa importante es mía. No estoy enfadado, pero tengo que hablar con los jugadores y hacerles ver lo que está mal. Cuestiones que se dieron el otro día en Lasesarre hay que resaltarlas y corregirlas para no volver a incidir en el futuro. En otros partidos con diez hemos jugado mucho mejor, pero el otro día les dimos el control incluso antes de quedarnos con diez", señaló el preparador albiazul.
Una de las razones de ese bajón, aunque no la utiliza Álvarez Tomé como excusa, es el bajón físico que ha padecido el equipo en las últimas semanas, en las que un ciclo de trabajo ha tocado a su fin y ahora está pasando factura a la plantilla. Por ello, el preparador alavesista apuesta por no bajar el nivel de intensidad contra el Palencia.
"Ya hemos hablado en semanas anteriores que no podemos relajarnos y además no estamos muy finos en este momento. Venimos de trabajar mucho y bien, estamos en un final de ciclo de exigencia y eso a veces te pasa factura en la inmediatez, pero nos va a venir bien para el futuro. Con todo ello, necesitamos la victoria para escaparnos del quinto y del segundo y para tener la autoestima un poco más alta", aseguró.
No lo tendrá fácil el cuadro albiazul ante un Palencia al que el técnico leonés tiene en alta estima: "Lleva nueve jornadas sin perder, es casi el mismo equipo que la pasada temporada jugó el play off de ascenso y se le da bien Mendizorroza. Es un equipo muy ordenado, muy equilibrado y con calidad".
La principal duda tiene a Iván Malón como protagonista. El lateral ha regresado esta semana a los entrenamientos, pero su fractura de nariz todavía está muy reciente y se podría quedar fuera del equipo una semana más para ganar un poco más de tiempo a la recuperación. "Está disponible, pero el tabique no ha soldado completamente aún. La máscara no es expresamente para que juegue porque Mesquita lo está haciendo bien", aseguró Tomé.
La nota curiosa del entrenamiento de ayer fue la suspensión de los habituales ensayos de lanzamientos desde el punto de penalti que el entrenador albiazul dispone siempre en la última sesión de trabajo previa al partido. Normalmente, Álvarez Tomé selecciona a varios jugadores para que se ejerciten desde los once metros, pero en esta ocasión prefirió concluir el entrenamiento sin este habitual ejercicio. "Hoy -por ayer- no tiramos penaltis. A ver si así nos pitan uno". La aseveración tenía su trasfondo porque el colegiado contra el Palencia será el catalán David Conejo Rodríguez, precisamente el mismo árbitro que ha pitado el único penalti a favor del Alavés en toda la temporada, el marcado por Morcillo en la visita al La Muela.