¿Cómo lleva el estilo de Álvarez Tomé, con esas frases punzantes en las que saca todo el ingenio?
Es una de sus virtudes. El estar pinchándote por detrás hace que tu exigencia sea mucho mayor. Con sus cosas, con sus frases, pero es muy importante el trabajo que está haciendo por detrás metiéndote caña porque hace que estés motivado sea el partido que sea y en todos los entrenamientos. Una de las virtudes de este equipo es que desde el minuto cero hasta el noventa intenta darlo todo independientemente de nuestras carencias físicas o tácticas. Eso se suple con presión y ganas y esa mentalidad nos la infunde en todo momento el entrenador.
A usted ya le ha pedido que dé alguna patadita más.
Me ha dicho muchas veces que tengo que ser más duro, pero a nada que hago me sacan tarjetas porque se me ve mucho. Tengo que intentar ser más agresivo por arriba, pero eso va con la personalidad de cada uno y por eso me cuesta más.
Pues en Lleida comentaban que era usted bastante "leñero".
Lo he comentado con gente de allí: aquí los árbitros son más permisivos, mientras que allí cortaban el juego muy rápido y te sacaban tarjetas enseguida. Así, apenas juegas. Aquí dejan jugar y eso nos viene bien a los defensas. A veces pierdes los papeles, pero a los árbitros hay que dejarles hacer su trabajo. Los puntos los tenemos que ganar los jugadores.
Desde el punto de vista personal, ¿cómo está siendo su primera temporada en el Alavés?
Muy positiva. La verdad es que mejor de lo esperado. Encontrarte con un vestuario nuevo y estar haciendo las cosas tan bien es mérito, en gran parte, de los compañeros. El vínculo que se ha formado entre todos es lo que nos hace fuertes dentro del campo. Cuando las cosas van mal es cuando realmente se ve el espíritu de compañerismo y esos ánimos para que llegues a balones a los que piensas que no vas a llegar. Los compañeros han puesto un nivel de exigencia alto y ahí está la clave de la temporada que estamos haciendo.
Hay que ponderar el valor de este grupo, lo bien que se ha acoplado todo el mundo en el vestuario.
El jugador que tienes al lado es más amigo que compañero y eso hace que te comas más los huevos para correr. Eso es lo básico porque si no hay vestuario difícilmente vas a hacer una buena temporada.
En su caso y en el de otros tres compañeros, esa confraternización se extiende antes y después de los entrenamientos. ¿Cómo funciona ese "Comando Bizkaia" que va y viene todos los días de Bilbao a Vitoria?
Es otro vínculo especial que hemos formado entre Alaña, Gutiérrez, Casas y yo. Quedamos los cuatro a las afueras de Bilbao y cada semana le toca conducir a uno. Las horas que pasas entre ir y venir son especiales. Vas hablando de fútbol, de lo que pasa en un equipo, en otro... Luego, a la vuelta, vas comentando el entrenamiento, en lo que se ha fallado, lo que se ha hecho bien... La verdad es que todo eso es positivo porque te ayuda a mejorar. Uno se apoya en otro y eso hace que se mejore individualmente.
¡Cómo para meter una cámara de vídeo dentro del coche!
No estaría mal. Hay de todo. Fútbol, vestuario, los problemas de cada uno... Una cámara ahí dentro estaría muy bien porque demostraría lo humanos que somos.
Les podemos proponer para un premio. ¡Los más verdes del Alavés!
Cada semana lleva uno el coche, así que eso es lo que nos ahorramos.
Lo que hemos visto que lleva mal es el tema del frío. Parece de Cádiz en vez de bilbaíno.
Prefiero un clima un poco más templado, pero parece que en Vitoria eso no existe, así que hay que acomodarse a lo que venga. Este año es la primera vez que entreno sobre nieve y ya me han avisado que ni siquiera ha nevado esta temporada. Lo que venga, bienvenido sea. La gente me mete mucho las gomas porque la camiseta térmica es roja, el culote es de otro color... Al final, lo importante es no pasar frío.