vitoria. El primer entrenamiento de la semana para preparar el duelo del próximo sábado no deparó noticias demasiado positivas desde la enfermería. De esta manera, Ibon Gutiérrez no pudo ejercitarse junto al resto de sus compañeros y debió limitarse a correr en solitario como consecuencia de los problemas físicos que se produjo en el encuentro del pasado sábado frente a la Gimnástica de Torrelavega. El centrocampista vizcaíno todavía no se ha recuperado al cien por cien y su concurso el próximo fin de semana continúa siendo duda.
Quien, a priori, no tenía ningún problema era Javi Casas. El zaguero bilbaíno, sin embargo, debió abandonar la sesión de trabajo matinal que se desarrolló en Ibaia a los pocos minutos de comenzar como consecuencia de unas molestias en el abductor. Pese a ello, el percance sufrido por el defensa albiazul en principio no reviste gravedad y, si no surgen complicaciones, podrá ser de la partida en el desplazamiento a Lasesarre.
El que parece haber dejado definitivamente atrás ya sus problemas físicos es Igor Cuesta. El central alavesista, que el pasado sábado se quedó en el banquillo, se ejercitó ayer con absoluta normalidad y aunque continúa recibiendo tratamiento de fisioterapia aseguró estar ya a punto para que Miguel Ángel Álvarez Tomé pueda contar con sus servicios.
El defensa vizcaíno se refirió también a la condición de partido trampa que puede tener la visita al último clasificado de la tabla y a la reducción de la ventaja al frente de la tabla como consecuencia del empate cosechado ante la Gimnástica las victorias de sus inmediatos perseguidores. "Es verdad que el Barakaldo no está haciendo una buena temporada y que se encuentra en una situación complicada, pero precisamente por eso nos estarán esperando con muchas ganas y pueden crearnos problemas. Ya vimos lo que nos pasó la pasada jornada en casa y no podemos confiarnos lo más mínimo porque sabemos que los que vienen por detrás no van a dejar de apretar y tratarán de darnos caza", argumentó Igor Cuesta.