decía el entrañable Forrest Gump aquello de que "la vida es como una caja de bombones porque nunca sabes lo que te va a tocar". De sorpresas es la particular caja de Miguel Ángel Álvarez Tomé, acostumbrado a deparar de vez en cuando alguna novedad ciertamente asombrosa en sus alineaciones. Ya lo había hecho con anterioridad en varias ocasiones a lo largo de esta temporada, pero ayer la sorpresa fue mayúscula cuando los por entonces escasos alavesistas que estaban en las gradas de Mendizorroza vieron al equipo saltar para realizar el calentamiento. La presencia de Iker Guereñu entre los elegidos extrañó a todo el mundo. El vitoriano estaba hace un par de semanas con la espada de Damocles sobre su cabeza ante la posibilidad de que se incorporase un nuevo fichaje que le dejase sin ficha. Ayer, el cielo se le volvió a abrir para sentirse otra vez futbolista después de casi diez meses relegado a un incomprensible ostracismo.

Desde el último partido de la pasada temporada contra el Pontevedra no sabía Iker Guereñu lo que era saltar a un terreno de juego en un partido oficial. Renovado por la anterior directiva tras la lesión en el hombro que sufrió en Sestao, la llegada de nuevos rectores al club le convirtió en cabeza de turco sin merecimiento alguno. Descartado por motivos que sobrepasaban los méritos deportivos y sin destino en el que le asegurasen el contrato que tiene con el Alavés, el vitoriano se aferró a la posibilidad de un cambio en su suerte.

Eso sí, la pretemporada no resultó nada sencilla para él, sin participar en los amistosos y con algunos cruces de declaraciones con el director deportivo que no hicieron más que echar más leña al fuego de una situación difícil de entender. Dicha variación no se había producido hasta la fecha y ni siquiera las plagas de lesiones que han afectado a la defensa en repetidas ocasiones le habían conferido una oportunidad. Las acumulaciones de ausencias en la zaga le llevaron a sentarse en el banquillo en los choques contra Sporting B y Oviedo y la semana pasada repitió convocatoria en el choque ante el Logroñés en Las Gaunas.

Antes de dicho compromiso había superado Guereñu el último obstáculo para acabar la temporada como jugador del Alavés al no haberse producido ningún movimiento -aparte del de Dituro- en el mercado invernal. El vitoriano conservó la ficha y ahora parece que Álvarez Tomé no va a desaprovechar la oportunidad de sacar partido a las cualidades de un central que le puede aportar cosas importantes dentro de una línea que se está viendo especialmente castigada por las lesiones. En este sentido, el preparador leonés no quiso darle más trascendencia a su presencia en el once titular. En todo momento ha estado el preparador albiazul satisfecho con el trabajo del vitoriano en los entrenamientos y por eso para él no ha supuesto ninguna sorpresa su inclusión en el once titular: "Ha sido un cambio de un jugador por otro y estoy contento. Ha estado correcto porque es un jugador muy disciplinado, aunque ha podido notar un poco la falta de ritmo".

Con el debut de Iker Guereñu, ya son veintidós los futbolistas que ha utilizado Álvarez Tomé a lo largo de la presente campaña -veintiuno del primer equipo y Josetxo- y el único que queda por estrenarse es el guardameta argentino Dituro, ayer convocado por primera vez.