Vitoria. "Cómo no voy a creer si hemos remontado casi siempre". Tomé lo tenía claro. El técnico albiazul tenía plena confianza en que sus pupilos dieran la vuelta al marcador el pasado domingo en Logroño una vez más. Tantas, que el preparador leonés ni supo dar con el número exacto. "No sé cuantas van ya". Pues han sido siete.

El Deportivo Alavés ha sido capaz de sobreponerse hasta en siete ocasiones al primer mazazo dado por su rival. Una cifra más que notable, sobre todo si se tiene en cuenta que el año pasado sólo logró remontar uno de los diez partidos que comenzó a remolque. Está claro que el actual cuadro babazorro es un bloque con una fe inquebrantable. Así lo resaltó el técnico tras remontar ante el Logroñés. "Este equipo no sabe lo que es entregarse". Los números de la presente temporada así lo confirman. Buena prueba de ello, es que el conjunto vitoriano ha sido capaz de remontar ante equipos de la talla del Logroñés, en dos ocasiones, Real Unión, Palencia, además de Oviedo, La Muela y Caudal. Con carácter. Muy diferente al Alavés de antaño.

De hecho, casi la mitad de sus triunfos han llegado empezando por detrás. Quince victorias lleva tras 24 jornadas la escuadra de Mendizorroza y en siete estuvo obligado a remontar el primer golpe del rival de turno. En total, este creyente Alavés ha sumado la friolera de 23 puntos en los compromisos que comenzó a remolque, gracias a las siete victorias ya citadas y los empates que se pudieron salvar frente a Lemona y Barakaldo. Sólo ante el Mirandés, Sporting, Eibar y Real B ha sido incapaz de voltear un marcador en contra. En el resto de ocasiones sí.

Este Alavés nunca se rinde. Siempre luchando hasta el final. Buena prueba de ello es que un tercio de sus goles han llegado cuando el partido languidecía. El pasado domingo, Jito logró la igualada contra el conjunto rojiblanco en el minuto 76 y Óscar Martínez hizo el tanto de la victoria en el 86. Una nueva remontada gracias a goles que llegan al final del partido. No han sido los únicos. Ha habido más.

No en vano, el Alavés ha marcado 14 de sus 44 tantos en el último cuarto de hora. Cifras que dejan bien a las claras la fe de este Deportivo Alavés. Nunca baja los brazos. Siempre lucha hasta el último suspiro. Ahí llegan sus goles. Goles que dan puntos además. Y muy jugosos. Y es que cuando tan sólo se han consumido 24 capítulos ligueros, el conjunto albiazul ya ha alcanzado la cincuentena. Una cifra considerable. Y es que el año pasado ni tras 30 partidos alcanzó estos registros. Entonces necesitó 31 jornadas para sumar 51 puntos.

Ahora, ha llegado con mes y medio de antelación hasta esas cifras. Un sprint que le permite gozar de cinco puntos sobre el segundo y la friolera de once sobre el quinto. Un buen colchón. El mejor de la categoría. De hecho, en los otros grupos, sólo el Lugo tiene una ventaja similar sobre su más inmediato perseguidor, el Universidad Las Palmas, pero el Murcia sólo aventaja en cuatro puntos al segundo y el Badalona en uno.

MENDIZORROZA SERÁ CLAVE Además, ninguno de ellos tiene tanto margen sobre el quinto como goza el Alavés. Once puntos nada más y nada menos sobre el primer equipo que está fuera de los puestos de promoción. El Lugo y el Murcia disfrutan de diez y el Badalona sólo de tres.

Y es que el Alavés es un líder que lleva un ritmo vertiginoso. 50 puntos en 24 jornadas. Los mismos que el Murcia y uno menos que el Lugo, el mejor hasta la fecha de la categoría. Ambos pueden ser posibles rivales en el play off de ascenso de conservar todos ellos esa privilegiada primera posición.

Un liderato que pasa a buen seguro por Mendizorroza. No hay más que echar un vistazo al calendario que le queda al Alavés para darse cuenta de la importancia de los partidos en casa. Ocho de las catorce jornadas son ante su público, entre ellas el duelo ante el Eibar, el principal rival por el liderato.

Si se tiene en cuenta que en los últimos años ha hecho falta una media de 72 puntos para acabar primero, al Alavés le bastaría con ganar siete de esos encuentros y empatar el restante para alcanzar esa mágica cifra. Todavía queda mucho, pero con la fe inquebrantable de este sólido líder que es el Alavés, hay motivos más que sobrados para ser optimistas.