Vitoria. Mientras que los días pasan y las negociaciones entre los posibles inversores y las instituciones continúan abiertas, la directiva del Deportivo Alavés sigue con su particular trabajo en la sombra para tratar de que los problemas que rodean al club no terminen con él antes de que se encuentre una solución definitiva en forma de inyección económica.
Paralizada la subasta de los terrenos de Ibaia por parte de la Tesorería General de la Seguridad Social hasta finales del presente mes, la preocupación se centra ahora en las deudas pendientes del primer plazo del convenio de acreedores y en las denuncias interpuestas por estos impagos. El proceso judicial ya se encuentra en marcha e, incluso, ya hay cita en el Palacio de Justicia para la vista del primero de estos incidentes concursales -Casar, Coromina, Peñafiel y Garazi Consulting por alrededor de 85.000 euros-, pero la directiva albiazul se encuentra negociando con los tres grupos de implicados y sus asesores legales para intentar frenar la tramitación de las denuncias y evitar que una sentencia desfavorable a los intereses del club abra un proceso de liquidación.
Los contactos mantenidos hasta la fecha han sido, por norma general, satisfactorios para los intereses alavesistas y desde el club se considera que existen opciones de que se llegue a un acuerdo que sirva para que se retiren las denuncias. Eso sí, desde el Paseo de Cervantes se da por hecho que varios de los implicados no van a dar su brazo a torcer y van a seguir adelante con el proceso de las denuncias.
El objetivo de la directiva pasa por hacer ver a los acreedores que en estos momentos no hay dinero suficiente en las arcas del club para afrontar los pagos, pero que con la ampliación de capital abierta y la llegada de un nuevo grupo inversor en el horizonte el convenio de acreedores se podrá cumplir, aunque sea fuera de tiempo, y las cantidades adeudadas se ingresarán en un escaso margen de tiempo.
Con ese horizonte de que pueda entrar dinero en las arcas del club de forma inminente, algunos de los denunciantes ya han manifestado su disposición a frenar las demandas para no poner su futuro en entredicho y asegurarse el cobro de las deudas tras la capitalización. Esa entrada de dinero en las arcas del club supondría la solución definitiva para este problema arrastrado desde el pasado mes de noviembre -cuando vencía el primer plazo de pago del convenio de acreedores- y que cobra ahora su máxima relevancia ante la fijación de fechas definitivas para las vistas.
Con capital para pagar las deudas denunciadas (en torno a 650.000 euros), el proceso se paralizaría también definitivamente. De lo contrario, si no entra dinero en el club y tampoco se llega a un acuerdo con los acreedores para que retiren sus denuncias, el Alavés quedaría en manos de la providencia. Su única defensa en un juicio sería la existencia de un proceso de ampliación abierto, y con él la posibilidad de conseguir dinero. Eso sí, si las vistas de estos incidentes concursales se celebran y la justicia no tiene en cuenta este argumento, el club se vería abocado a la apertura del proceso de liquidación.
entra dinero Por otra parte, y ya en el apartado positivo, el Alavés ha recibido en los últimos días el primer pago del convenio de uso de Mendizorroza. El Ayuntamiento de Vitoria ha desembolsado la primera cuota de 200.000 euros acordada con la directiva albiazul y el dinero ya se encuentra en las arcas alavesistas disponible para hacer frente a los inminentes pagos del personal. Queda pendiente un segundo pago de otros 200.000 euros que se hará a lo largo de este año.