Vitoria. El mensaje enviado durante la mañana de ayer por Miguel Ángel Álvarez Tomé acerca de las noticias que a lo largo de la semana pasada desestabilizaron al grupo fue rápidamente asumido por una secretaría técnica que tomó la decisión de posponer el cierre del fichaje del guardameta hasta después de que se dispute el partido de esta tarde contra el Real Unión. Casi con total seguridad, será a lo largo del día de mañana cuando Gorka Etxeberria selle la vinculación del nuevo portero que llegue para suplir el hueco dejado por Kike Reguero, cedido al Ontinyent.
Se mueve el director deportivo albiazul desde la tranquilidad que le otorga saber que el acuerdo es un hecho al que solo le falta la rúbrica definitiva, paso que espera dar a lo largo de la jornada de mañana, y por ello ha preferido centrar la atención del alavesismo en el derbi de esta tarde, en el que entiende que el Alavés se juega mucho ante un oponente que se encuentra en un gran estado de forma y que se juega buena parte de sus opciones de seguir aspirando al primer puesto del Grupo II al término de la temporada regular, ya que una victoria vitoriana supondría la apertura de una brecha de puntos prácticamente insalvable para los fronterizos.
Esta tranquilidad transmitida por el máximo responsable de la secretaría técnica contrasta con los evidentes problemas que ha tenido para cerrar esta incorporación. A lo largo de las últimas dos semanas el trabajo de análisis y búsqueda ha sido exhaustivo, pero todos los movimientos que se han realizado -principalmente las ofertas a Lasse Staw, Orlando Quintana y Álvaro Campos- han topado con el problema de que los jugadores no contaban con la carta de libertad y no podían llegar al Alavés de forma gratuita, condición indispensable para cualquier fichaje.
Los distintos plazos que se había dado a sí mismo Etxeberria se han ido cumpliendo sin alcanzar el objetivo deseado y ayer, con un acuerdo ya avanzado, optó por dejar el paso definitivo para las horas posteriores a la disputa del compromiso contra el Real Unión.
Desde la secretaría técnica se asume que el proceso de contratación del nuevo portero ha generado un clima de inestabilidad en el seno de la plantilla y por eso ahora se prefiere girar el foco de atención hacia el apartado competitivo para posteriormente cerrar el fichaje de un guardameta que Álvarez Tomé lleva dos semanas esperando.
Una vez concretado el fichaje de un portero, queda abierta también la posibilidad de incorporar un defensa central que complete la plantilla de manera definitiva. Hasta última hora del próximo lunes, 31 de enero, tendrá el cuadro albiazul la posibilidad de inscribir nuevas fichas de cara al segundo tramo de la temporada.