vitoria. Con estilos muy diferentes. En todo. Desde lo deportivo hasta lo institucional. Así es el duelo de mañana en Mieres entre el Caudal y el Alavés, dos equipos en las antípodas. Uno vive de su pegada, otro de guarecer al máximo su portería. Los albiazules son letales a domicilio, mientras que el cuadro astur trata de hacerse fuerte en casa. Dos estilos opuestos y llenos de diferencias.
Hay más. Muchas más entre un equipo profesional al máximo como el babazorro, centrado todo el día en el fútbol, y otro que encarna en su figura el deporte amateur, condenado a compaginar su actividad deportiva con la vida laboral. Son dos mundos contrapuestos.
Para empezar, porque la diferencia de presupuesto entre ambas entidades es abismal. El Caudal cuenta con una partida para este ejercicio de 300.000 euros, diez veces menor que el Alavés, que acaba de aprobar 3.061.300. Las comparaciones son odiosas y más cuando se comprueba que la escuadra de Mendizorroza destina 1,5 millones para nóminas y gastos del primer equipo, lo que supone cinco veces más que lo que destina el Caudal para su equipo de Segunda B, los otros quince de categorías inferiores, viajes y el resto de gastos. Casi nada.
Por eso, no es de extrañar que en el vestuario albiazul los futbolistas puedan dedicarse de lleno al fútbol sin tener la cabeza en otros menesteres. En cambio, en el conjunto minero su plantilla eso no se lo puede permitir. Los estudios y el trabajo ocupan buena parte de su tiempo, hasta el punto de que el guardameta Mingote se ha visto obligado a dejar el fútbol al ser incapaz de compaginar su pasión por el balón con la vida laboral.
Otros, por su parte, ahí siguen, esforzándose al máximo, teniendo que quitarse horas de ocio, de sueño o de lo que sea por poder saltar a los terrenos de juego cada jornada. Ese es el caso del lateral derecho José Luis, quien regenta una cafetería en Ribadesella y en ocasiones ha llegado a cerrar a las tres de la mañana y tan sólo cuatro horas más tarde ya se ha montado en el autobús junto al resto de sus compañeros para disputar un partido.
Es la misma categoría, pero universos distintos. Los numeros de unos y otros así lo constatan. El cuadro albiazul vive de su voracidad en ataque. No en vano, con 32 dianas es el máximo realizador del grupo. Pues bien, los pupilos de Paco Fernández tan sólo han marcado 18 goles, lo que les sitúa como el decimotercero más realizador, con menos de un gol de media por partido. Pero no acaba ahí la cosa. Y es que mientras que el conjunto vitoriano tan sólo se ha quedado en una de estas 19 jornadas sin marcar, el cuadro astur se ha ido de vacío en ocho.
Al menos, los de Mieress contrarrestan esa escasa capacidad ofensiva, con su mayor solidez atrás. De hecho, el Caudal está casi al mismo nivel en cuanto a goles encajados con 21 dianas recibidas, que equipos que aspiran a entrar en play off como Eibar (19) o el propio Alavés (20).
pocos, pero efectivos Queda claro que mientras que los de Mendizorroza viven de su acierto con la portería contraria, el equipo del Hermanos Antuña trata de obtener el máximo beneficio de dejar su puerta a cero. Buena prueba de ello es que 15 de los 23 puntos que ha obtenido hasta la fecha han llegado cuando su rival ha sido incapaz de marcarles gol alguno -tres victorias por la mínima, más la goleada por 3-0 a la Peña Sport y otros tres empates a cero-. En total, siete jornadas sin recibir un gol. Una buena cifra. Más si se compara con la del Alavés, que sólo ha sido capaz de conseguir acabar un partido sin encajar goles en cinco ocasiones. Además, mientras que los de Tomé están mejor fuera que en casa, los de Paco Fernández tienen mejores registros ante su público que a domicilio, como suele ser habitual. En su feudo, el conjunto de la cuenca minera ha obtenido 14 puntos, casi los mismos que el Alavés, que llega hasta los 16. Fuera es donde la diferencia es abismal entre unos y otros. 22 puntos para los albiazules, el mejor del grupo, por sólo 9 del Caudal, el undécimo en esta clasificación. Como vemos, ambos equipos son polos opuestos fuera de casa.
Eso sí, la escuadra vitoriana deberá dar el máximo para doblegar a un rival al alza. Buena prueba de ello es que desde que perdiera su último partido ante el Palencia el 21 de noviembre por 0-3 está en racha. No en vano, el Caudal acumula cinco jornadas sin perder en las que ha sumado dos victorias -Peña Sport (3-0) y la Muela (3-1)- y tres empates -Sporting (0-0), Oviedo (1-1) y Athletic B (1-1)-.