con la mitad de la temporada ya disputada, el Deportivo Alavés se mantiene aferrado con firmeza a los tres objetivos que se marcó en el arranque de la temporada. Entrar en el play off, ser primero de grupo y ascender. Por ese orden, siendo más importante y más difícil cada uno de los escalones, todos los pasos que ha dado el cuadro vitoriano hasta la fecha le han llevado por la senda correcta para no verse descabalgado de ninguno de esos tres objetivos. El conjunto albiazul ha hecho una primera vuelta que le permite tener un colchón de tranquilidad para entrar en las eliminatorias por el ascenso, la opción de optar al liderato del Grupo II se mantiene viva con ese puesto compartido con el Eibar y el equipo ha demostrado que, llegado el momento, cuenta con el potencial suficiente y con una plantilla de garantías para asaltar el decisivo objetivo del ascenso a Segunda División.
clasificación
Coliderato y muchos puntos
Los 38 puntos que ha cosechado el Alavés a lo largo de las primeras diecinueve comparecencias ligueras le han servido para alcanzar el coliderato del Grupo II, compartido con un Eibar que también ha realizado una gran primera vuelta a pesar de haber perdido un poco de fuelle en las últimas jornadas.
Pero, más allá de ese liderato compartido -el Eibar es primero por tener un gol más a su favor en el average general-, lo que realmente impresiona es el elevado número de puntos que ha conseguido el equipo de Miguel Ángel Álvarez Tomé en este primer tramo de competición. Los 38 puntos del cuadro vitoriano (once victorias, cinco empates y tres derrotas) conducen a una progresión de 76, con los que el primero o, como poco, el segundo puesto serían todo un hecho.
La mejoría con respecto a la pasada campaña no puede resultar más evidente. Por entonces, y con el partido aplazado por la nieve contra el Celta B aún por disputarse, el equipo dirigido en aquellas fechas por Javier Pereira marchaba en la sexta posición del Grupo I, solo había conseguido 29 puntos -serían treinta al computarse dicho compromiso aplazado que concluyó con empate- y, lo que es peor, las sensaciones que transmitía ese equipo hacían pensar el el ascenso como una quimera, como se acabó demostrando al ni siquiera conseguir clasificarse para el play off.
el equipo
Una plantilla sólida
A lo largo de la primera vuelta, la plantilla alavesista ha demostrado su solidez y su profundidad, ya que el equipo ha tenido que hacer frente a diversos contingentes (se han producido muchas lesiones y se han acumulado muchas bajas en momentos muy concretos) y ha salvado la mayoría de ellos con cierta solvencia. A pesar de que algunos retoques no vendrían mal, el conjunto es notable. Con un equipo casi completamente renovado el pasado verano, llama la atención el elevado rendimiento que están ofreciendo casi todos los jugadores, abriendo de esta manera un importante abanico de posibilidades a la hora de confeccionar alineaciones y sistemas de juego.
Catorce jugadores (Montero, Malón, Cuesta, Moya, Morcillo, Alaña, Pardo, Salcedo, Indiano, Esparza, Calderón, Rico, Casares, Jito y Geni) han compuesto el núcleo duro del equipo, repartiéndose entre ellos la mayor parte de los minutos, aunque en las últimas jornadas también han ganado presencia en las alineaciones Javi Casas e Ibon Gutiérrez, dos de los jugadores que no han ofrecido todavía todo lo que se esperaba de ellos.
el entrenador
Experiencia y recursos
Llevaba ya varios años el Alavés adoleciendo de un entrenador con las ideas claras en el banquillo y esta temporada lo ha encontrado en la figura de un Miguel Ángel Álvarez Tomé que ha calado en el alavesismo por su capacidad de trabajo y sus múltiples recursos. El preparador leonés ha exprimido al máximo a una plantilla que no va sobrada de calidad para conseguir unos resultados excelentes y lo ha logrado a través de un exhaustivo trabajo en los entrenamientos.
El técnico albiazul no deja pasar por alto ningún detalle de los rivales en la preparación de los partidos y es capaz de adaptarse a cada campo y a cada oponente variando de jugadores y sistemas según la ocasión. 4-4-2, 4-1-4-1, 4-2-3-1 e, incluso, un 4-3-3 ha dispuesto el preparador albiazul a lo largo de la temporada, mostrando el equipo siempre una clara tendencia para llegar por las bandas y siendo muy efectivo en las jugadas ensayadas a balón parado. Otro dato importante a su favor es su apuesta por el riesgo para buscar las victorias cuando otros preferirían asegurar un punto.
lo mejor
Pegada y poderío a domicilio
En la confección de la plantilla se apostó por un equipo con tendencia al ataque y las cifras de la primera vuelta han demostrado que el Alavés es un equipo con una pegada tremenda. Los 32 goles conseguidos en los primeros diecinueve partidos (1,68 de media) dejan bien a las claras el poderío ofensivo de un cuadro albiazul que solo se ha quedado sin marcar en un partido.
Destaca también la variedad de goleadores que presenta un conjunto vitoriano que no depende de un solo jugador para marcar. Geni lidera el particular pichichi albiazul con siete goles, seguido por Jito (seis); Casares y Esparza (cuatro); Calderón (tres); Morcillo (dos); y Salcedo, Josete, Jules Pardo, Igor Cuesta y Javi Casas, con uno por cabeza, a los que hay que añadir el que se marcó el Palencia en propia puerta para alcanzar esas 32 dianas que permiten al Alavés ser el máximo goleador del grupo.
El otro gran aspecto destacado del cuadro vitoriano es su efectividad cuando le toca actuar como visitante. El Glorioso es, de largo, el mejor equipo del grupo cuando actúa a domicilio y ha conseguido 22 puntos (siete victorias, un empate y dos derrotas) sacando un gran provecho de los riesgos que corren sus oponentes como locales.
lo peor
Inestabilidad atrás y en casa
Pero no es oro todo lo que reluce en un Alavés que también presenta muchos puntos negros que tiene que extirpar cuanto antes si no quiere recibir algún susto grave, sobre todo cuando llegue un play off de ascenso en el que cada fallo puede acabar pagándose muy caro.
Los veinte goles que ha encajado Montero son una cifra excesivamente elevada. El guardameta albiazul solo ha conseguido dejar su portería imbatida en cinco de los diecinueve partidos disputados, por lo que cierra la primera vuelta con una media de 1,05 goles por partido. El gran problema es que este elevado número de goles en contra ha llegado después de que los rivales hayan tenido pocas ocasiones, siendo siempre su efectividad muy alta.
El otro aspecto mejorable pasa por los partidos en Mendizorroza. El Alavés ha sufrido demasiado para sacar adelante los compromisos ante su parroquia, sobre todo por sus evidentes problemas para llevar el mando de los partidos en los que los rivales le ceden el balón. Los dieciséis puntos cosechados (cuatro victorias, cuatro empates y una derrota) sitúan al cuadro albiazul en la séptima posición del grupo teniendo en cuenta solo los partidos en casa.