Zamora. El regreso a la realidad competitiva para el Deportivo Alavés no ha supuesto un cambio en la senda que el cuadro vitoriano había venido trazando antes de irse de vacaciones. El pegador contumaz capaz de resolver lo irresoluble y de resucitar a los muertos volvió a pasearse ayer por tierras zamoranas. Ante un oponente de una endeblez mayúscula, los pupilos de Miguel Ángel Álvarez Tomé tuvieron que hacer un nuevo ejercicio de su particular acrobacia, la que les permite conservar el equilibrio de la victoria incluso en las situaciones más comprometidas. El estadio Ruta de la Plata acogió un nuevo doble mortal de un cuadro albiazul empeñado en complicar lo fácil para acabar resolviendo cuando más cuesta arriba se pone todo. Otro habilidoso ejercicio de salvar los muebles y tres nuevos puntos que permiten recobrar el coliderato del Grupo II.
Se hizo el Alavés de manera casi inmediata con el control de un balón que el Zamora le cedió gustosamente. No se preocupó demasiado el cuadro castellano en presionar la creación de juego de un conjunto vitoriano que se movió a sus anchas por el terreno de juego a pesar de sus problemas para rasear el esférico y llevarlo al punto deseado.
No fueron la vistosidad y el virtuosismo los protagonistas de unos primeros minutos en los que reinaron el desconcierto y los errores, sobre todo a través de la banda izquierda de un Alavés en el que Casas tenía vía libre para llegar en labores ofensivas pero que sufría lo indecible en la contención.
Volvió el cuadro vitoriano a moverse a chispazos de clarividencia, sobre todo cuando Esparza entró en contacto con el balón en los metros decisivos. El navarro fue protagonista en las tres claras ocasiones de que dispuso El Glorioso en la primera parte, mientras que por el bando zamorano los fueras de juego de Akinsola se convirtieron en una constante para martirio de la grada del Ruta de la Plata.
El Alavés solo se vio amenazado por el barullo, pero su falta de acierto para conectar tres pases decentes seguidos le impedía ponerse por delante en el marcador. Eso sí, en el momento menos esperado este equipo es capaz de sacar un fogonazo haciendo encajar todos sus engranajes. Lo hizo en el minuto 40, con una recuperación en banda derecha de Casares, quien dio un pase a Geni que tuvo que estirarse para cruzar al segundo palo para la llegada de Esparza. Hizo el navarro una nueva exhibición de su extremada frialdad para poner el balón en el fondo de las mallas zamoranas con un disparo raso mientras defensa y portero contemplaban la serenidad de Esparza para desequilibrar el marcador.
apoteosis final Solo el propio Alavés podía complicarse una cómoda victoria ante la escasa resistencia planteada por el rival y a fe que lo hizo. No fueron capaces los pupilos de Álvarez Tomé de sacar partido de una manifiesta endeblez de un conjunto zamorano incapaz de cerrar sus vías de aguas y recurrente en sus fallos a la hora de atacar, si es que así se puede calificar el escaso juego ofensivo de un cuadro local que se mostró incapaz de generar algún tipo de peligro.
Pese a ello, se encargó el propio Alavés de suicidarse ante la imposibilidad de los zamoranos de generarle mácula. Un mal pase hacia atrás de Alaña, una falta de entendimiento entre Morcillo y Casas y autopista para Akinsola, obligando el colegiado a su asistente a bajar la banderola de fuera de juego.
Corría el minuto 73 y tocaba El Glorioso el son de la remontada con las incorporaciones de Jito y Rico, protagonistas en el decisivo gol de Geni. Una falta sobre el ilicitano sacada rápido por Salcedo pilló desprevenida a la zaga zamorana y el intento de remate infructuoso de Jito en fuera de juego fue visto por la asistente pero no por el colegiado. Balón franco en el segundo palo para que el capitán sellase tres nuevos puntos y para que el Alavés salvase los muebles después de complicarse él solo un partido que iba rodado.
Goles: 0-1, minuto 40: Esparza. Gran jugada por la derecha entre Casares y Geni y el asturiano consigue sacar un centro al segundo palo, donde aparece Esparza para, con su habitual frialdad, marcar con un disparo raso. 1-1, minuto 73: Akinsola. Fallo de entendimiento entre Morcillo y Casas y, aunque el asistente señala fuera de juego, el colegiado deja seguir la jugada y Akinsola marca en el mano a mano con Montero. 1-2, minuto 81: Geni. Falta sacada rápida por Salcedo y aunque el asistente marca fuera de juego de Jito en el primer palo, el colegiado deja seguir para que Geni, en el segundo, consiga el gol.
Tarjetas: García García (colegio cántabro). Amonestó a Akinsola (minuto 11), Morcillo (minuto 36), Iker Torre (minuto 56), Garretas (minuto 72), Adrián Martín (82), Extaniz (minuto 85), Igor Cuesta (minuto 87) e Ibai Rejas (minuto 92).