Después de una semana cargada de tensiones, parece que las aguas han vuelto a su cauce en La Muela.
La semana pasada la junta directiva hizo una rueda de prensa para comunicar que la situación económica del club ya era insostenible y pidieron apoyo a las instituciones, los patrocinadores y gente que pudiese hacer aportaciones dinerarias porque el equipo llevaba dos meses sin cobrar. Este movimiento ha surtido efecto porque ya hemos cobrado una mensualidad y nos han transmitido que en breve vamos a percibir la segunda.
No sería nada fácil preparar el partido del pasado fin de semana en esta situación de dudas, ya que incluso se habló de la posibilidad de que el club se retirase de la competición si no recibía dinero.
La gente estaba nerviosa al ver que no le pagaban por su trabajo y te pones a pensar en otras cosas que no son el partido. Preparar un compromiso en esas condiciones no es bueno, aunque el resultado en Eibar no se puede achacar sólo a eso. Fue una semana complicada, pero eso ya se ha solucionado y se afronta el partido contra el Alavés con otra perspectiva.
No deja de sorprender ese 6-1 en Eibar después de unas jornadas plagadas de incertidumbre.
No es normal que te metan un 6-1, sobre todo teniendo en cuenta lo igualada que está la competición, pero cuando el jugador llega a un partido motivado y con la mentalidad que debe tener se nota mucho. Si no sales mentalizado, te puede pasar lo que nos pasó en Ipurua. Encima, teníamos enfrente a un rival muy potente como el Eibar.
Tampoco es la primera vez que les meten seis goles esta temporada, siendo el apartado de los goles en contra el más llamativo en el sentido negativo para su equipo.
Somos el equipo más goleado y ya nos pasó en Miranda lo de los seis goles y en Oviedo también nos metieron cuatro, aunque éste fue un partido diferente. Hemos tenido algunos partidos que se nos han ido de las manos y en los que los resultados han sido muy abultados, pero el equipo está cumpliendo el objetivo y estamos sacando muchos partidos adelante. Estamos encajando muchos goles en partidos concretos, pero no hay que olvidar que en cinco compromisos hemos dejado la portería a cero. Tenemos dos caras y lo que tenemos que hacer es ser mucho más regulares.
Echando cuentas, entre Eibar, Mirandés, Oviedo y Palencia suman diecinueve goles en contra en cuatro partidos. Lo que quiere decir que en los nueve restantes sólo han encajado cinco.
La cifra se dispara mucho por esos cuatro partidos, pero en el resto hemos estado bien y hemos sacado partido a nuestros goles, lo que nos ha servido para sumar bastantes puntos. Lo que tenemos que hacer es mantener la portería a cero porque parece que el equipo pierde el norte cuando encaja un gol y te vas a la desesperada a intentar ganar el partido o bajas los brazos cuando te meten más de uno.
Lo que ha quedado claro es que cuentan con potencial para cumplir el objetivo de la permanencia.
No hay que volverse locos y está claro que el objetivo no puede ser otro que la permanencia. Lo de los goles es un poco engañoso y el rival que viene después de una goleada como la de la semana pasada, como en este caso es el Alavés, puede relajarse un poco, pero si te fijas le ganamos al Real Unión, goleamos al Sporting B, empatamos en Logroño y ganamos en Lezama. Son resultados, para lo bueno y para lo malo, bastante sorprendentes porque el equipo es muy competitivo. Una semana lo hacemos bien y a la siguiente estamos desastrosos; nunca sabes por dónde podemos salir.
De lo que se habla sin parar es de las peculiaridades de su terreno de juego. Hierba artificial y viento, una combinación que no gusta demasiado a sus rivales.
Si estás acostumbrado a campos buenos cuesta un poco llegar aquí. Es de dimensiones reducidas, de hierba artificial y últimamente hay mucho aire. Es bastante desagradable jugar así al fútbol y los que vienen de fuera, acostumbrados a otros estadios y a una climatología diferente, acaban siempre hartos del campo. Nosotros estamos acostumbrados, así que tenemos que aprovecharlo para hacernos fuertes en casa y sacar muchos puntos.
Además, el equipo trata de sacar provecho a estos aspectos, apostando por los balones largos y las segundas jugadas.
Cuando tienes un campo como el nuestro te tienes que amoldar a lo que hay y no podemos pretender hacer un fútbol que no equivale al campo que tenemos. Trabajamos para sacar los puntos en casa y la manera es aprovechar el aire cuando lo tienes a favor y actuar con cautela cuando está en contra. Sabemos hacia dónde va el aire en cada momento y cómo va a reaccionar el balón, pero eso es algo que el que viene de fuera no lo sabe porque no entrena aquí. Sabemos lo que va a pasar en cada momento y es una baza que tenemos que jugar.
En lo personal, asentado ya en la categoría tras las experiencias en Écija y Miranda.
Estoy muy contento porque es mi tercera temporada en Segunda B y este año estoy teniendo la suerte de tener muchos minutos y con confianza estoy rindiendo mucho mejor. Además, estoy cerca de casa y este hecho fue uno de los que me llevó a decantarme por esta oferta.
Usted ya sabía qué era La Muela, un municipio que para muchos sólo es conocido por la corrupción.
Es lo malo que tenemos. Mucha gente asocia el pueblo a la corrupción y es algo que le hace mucho daño. El club se volvió a refundar porque desapareció hace seis años y ha subido como la espuma protagonizando un ascenso cada año menos el primero que estuvo en Tercera, cuando fue eliminado en el play off por el Mirandés. El club está un poco malacostumbrado con eso de celebrar un ascenso cada año.
Vuelve a enfrentarse al equipo en el que se formó, el Alavés. ¿Cómo lo ve esta temporada?
Es un equipo al que seguiré siempre y lo veo muy bien este año. La pasada temporada les faltó tener un buen inicio porque después acabaron genial y ahora han empezado muy bien, tienen buen bloque y son candidatos claros a estar en play off, aunque no se tienen que conformar y tienen que ir a por el primer puesto, que te da mucha ventaja para subir a Segunda División.