Zaragoza. El modesto La Muela no puede más. Las deudas acechan al conjunto zaragozano, rival del Alavés dentro de dos jornadas, y su junta directiva dijo ayer basta con un anuncio de consecuencias inciertas para el futuro del equipo, que actualmente ocupa la decimotercera posición en el grupo II de la Segunda División B. Según aseguró ayer el presidente de la entidad, Miguel Abbas, después de mantener una tensa reunión con la plantilla, el La Muela no se presentará al próximo partido -el domingo a las 17.00 horas frente al Eibar- si no reciben esta semana las ayudas económicas que llevan tiempo solicitando a las instituciones.
Si éstas no llegan antes de verse las caras con el conjunto armero, el máximo mandatario del club asegura que procederá a disolver la actual junta directiva. Ésa sería la primera consecuencia. La segunda, que el equipo se negaría a jugar su partido, provocando el triunfo automático del Eibar por incomparecencia del rival. De continuar adelante, el conjunto aragonés quedaría fuera de la competición, por lo que los puntos conseguidos por los doce equipos a los que hasta ahora se han enfrentado quedarían invalidados.
Ayer, acompañado de los componentes de la plantilla, el cuerpo técnico y su junta directiva, Miguel Abbas señaló que si no aparece alguna "solución de tipo económico, inevitablemente provocaría la retirada de la competición en la que tanto esfuerzo nos ha costado estar". El presidente del La Muela recordó también que, tras lograr el ascenso de categoría la pasada campaña, ya se plantearon renunciar y seguir en el grupo aragonés de Tercera División, puesto que debían afrontar el reto de cubrir en pocos días "con garantías" un presupuesto de 510.000 euros, "probablemente el más bajo de la categoría".
Abbas aseguró ayer que mantuvieron reuniones y "numerosas conversaciones" con los diferentes "organismos e instituciones oficiales y deportivas" para saber si podrían completar el presupuesto, y éstas les garantizaron con "promesas y compromisos económicos" su apoyo, algo que "no se ha cumplido y, lo que es peor, paulatinamente se han reducido en su contenido".
El máximo mandatario de la entidad aragonesa también expresó su malestar por "la situación de discriminación" que sufre el club, porque "se han empeñado en mezclar la existencia de una entidad deportiva que lleva el nombre de una localidad que está señalada políticamente (en referencia al caso Molinos, de supuesta corrupción urbanística del consistorio muelano) y así nos lo han hecho saber en numerosas ocasiones desde todos los estamentos y entidades".
Abbas agradeció a todos los jugadores, técnicos y colaboradores su "gran profesionalidad", que es por la que "merece la pena" seguir buscando soluciones, pero no aclaró más detalles sobre el órdago lanzado ayer por un La Muela que, entre otros, debe a sus jugadores las nóminas de septiembre y octubre. Además, adeuda cuatro mensualidades y las primas por el ascenso a los cinco miembros de la plantilla que se mantienen de la temporada pasada.