Ausencias permanentes

Y es que los ha habido y muchos. No en vano, sin alcanzar aún un tercio del campeonato, la mitad de la plantilla albiazul ya conoce lo que es estar fuera de una convocatoria por motivos ajenos a los estrictamente deportivos. La friolera de once de los veintidós integrantes del primer equipo ya han causado al menos baja en una de estas once jornadas.

Además, en estas dos últimas semanas, Tomé ha visto cómo le aumentaban los problemas de forma considerable para formar un once. La falta de efectivos, bien por lesión o sanción, han dejado al preparador albiazul con el número justo de futbolistas para formar una convocatoria y a su vez poner en liza un once de plenas garantías.

Las siete bajas que sufrió hace dos jornadas ante el Sporting dejaron al Alavés sin un delantero centro de referencia y las otras seis que tuvo el pasado domingo contra el Oviedo también le obligaron a realizar un particular sudoku para formar con un once de garantías.

La culpa la tienen las ausencias. Ausencias permanentes. Desde la primera jornada. En grandes cantidades además. Y es que si sumamos cada uno de los partidos que se han perdido los once futbolistas que ya han estado fuera de la lista, bien por lesión o sanción, la cifra se dispara hasta un total de 32 ausencias. Casi nada. Una media de tres por duelo.

Los tres primeros partidos sólo hubo que lamentar una baja, la de Igor Cuesta. En los tres siguientes la cifra se duplicó a dos al unirse a la enfermería Geni, mientras que en la séptima y octava jornada fueron tres los jugadores que no estaban disponibles, al sumarse a los dos ya citados Ibon Gutiérrez.

SANGRÍA EN DEFENSA Cuatro fueron los ausentes en la novena jornada ante el Mirandés, ya que pese a recuperarse Cuesta cayó lesionado Alaña y Morcillo estuvo sancionado, mientras que ante el Sporting la cifra se disparó a siete -repitieron Alaña, Ibon Gutiérrez y Geni, mientras que se unieron Salcedo, Óscar Martínez, Jito y el sancionado Malón-. Por último, el pasado domingo, la cifra disminuyó un poco al quedarse en seis bajas, las ya mencionadas de Alaña, Ibon Gutiérrez, Óscar Martínez y Jito, más la de Esparza y el sancionado Moya. 32 ausencias en total.

Por puestos, la defensa ha sido la zona más afectada, ya que cinco de sus ocho jugadores ya han caído en desgracia. Casas ampliará esta semana la lista a seis, por lo que sólo quedan indemnes a este mal fario el poco utilizado Mesquita y el descartado Guereñu. En la medular ya han sido baja en alguna ocasión tres de los siete jugadores que actúan en esa demarcación y en punta, tres de cinco.

La lista la encabeza Igor Cuesta. El portugalujo ya se ha perdido ocho partidos. Por detrás aparece Geni, con siete, y a continuación llegan Ibon Gutiérrez con cinco, Alaña con tres, mientras que Óscar Martínez y Jito acumulan dos cada uno. La lista la cierran Morcillo, Salcedo, Malón, Moya y Esparza, que se han perdido sólo un partido.

Las cifras desde luego son espectaculares. Para darse cuenta de ello no hay más que comparar lo que sucedió en el Alavés hace un año. Entonces, en estas once primeras jornadas, Pereira pudo disfrutar en seis de su plantilla al completo. Tomé hasta ahora en ninguna.

Mientras el preparador leonés ha llegado a tener hasta siete ausencias en un partido, el mayor número de bajas que tuvo que lamentar el pacense fue de dos y sólo en dos ocasiones, en la octava jornada al estar sancionado Cuesta por acumulación de amarillas y Bouzas por la expulsión sufrida la semana anterior y en la undécima, cuando Castells y Óscar Martínez estuvieron en el dique seco por lesión.

En el resto de compromisos tampoco es que el ex entrenador albiazul tuviera que lamentar muchas más ausencias. De hecho, Vicente fue la única al estar lesionado en las dos primeras jornadas y Diego Segura en la novena al estar sancionado. La suma de todas ellas da siete, es decir sólo 0,6 por choque. A un mundo de las 32 que acumula ahora el Alavés de Tomé con una media de tres jugadores fuera del equipo cada jornada. Un pequeño lastre. Las ausencias permanentes.