La obligatoriedad de contar con sólo dieciséis fichas en cada plantilla supone un enorme reto cada temporada para los directores deportivos de los clubes que militan en Segunda División B. Ya comprobó la pasada campaña el Deportivo Alavés, en su regreso a la categoría de bronce, lo complicado que es encontrar un ramillete de jóvenes futbolistas con capacidad para aportar su rendimiento a un equipo con aspiraciones de ascenso. En este tipo de competiciones, los entrenadores suelen apostar más por la experiencia que por la juventud, echando muchas veces mano del habitual más vale malo conocido que bueno por conocer. Esta campaña, Miguel Ángel Álvarez Tomé ha roto ese esquema y ha dejado claro que cuenta con los jóvenes que tiene a sus órdenes. En El Glorioso los jugadores sub"23 no van a ser comparsas. La grada no va a ser su habitual refugio. Van a tener responsabilidades y minutos para demostrar su calidad. Hasta ahora, todos han cumplido con nota.

Mesquita, Jules Pardo, Josete, Indiano y Calderón. Cinco futbolistas que no han alcanzado aún los 23 años y que cuentan con un prometedor futuro por delante. Todos ellos han encontrado en Vitoria una oportunidad de hacerse un nombre dentro de este deporte.

Para el lateral portugués, el último en debutar esta temporada, se trata de su segunda temporada en el Alavés cuando aún no ha alcanzado los veinte años. Su primer año no fue nada fácil y sólo disputó once partidos, la mayoría de ellos durante la primera vuelta, hasta quedar relegado al ostracismo. En principio, tampoco parecía sencilla su segunda campaña en el club por la presencia en su misma demarcación de Iván Malón, pero Tomé ya ha dejado claro que echará mano del prometedor portugués cuando lo estime conveniente y contra el Logroñés disputó sus primeros veinticuatro minutos del curso.

En la posición de pivote defensivo, la responsabilidad recae sobre las espaldas de dos jóvenes promesas. A sus veintidós años, a Josete no le costó demasiado convencer a la dirección deportiva del Alavés. Su falta de oportunidades en el Elche le llevó a buscarse un nuevo destino y en Vitoria encontró rápido acomodo tras unos días a prueba gracias a su compacto físico que le permite ir con fuerza al corte y a una excelente capacidad para desplazar el balón con su pierna izquierda. El ilicitano ha participado en tres de los cinco compromisos disputados hasta la fecha y ya acumula 130 minutos.

Precisamente, el relevo de Josete en el pivote en los dos últimos partidos lo ha tomado un Jules Pardo para el que no ha pesado demasiado el hecho de haber sido el último fichaje y que su incorporación al trabajo del equipo fuese tardía. Tomé no ha tardado demasiado en sacar provecho de los más de 190 centímetros del centrocampista galo, que a sus veintiún años decidía poner punto final a su estancia en la cantera de la Real Sociedad. Alto, pero no exento de calidad para dar salida al balón, se ha mostrado como una pieza fundamental en las jugadas de estrategia y ha jugado dos partidos completos (180 minutos) consiguiendo un gol.

En posiciones más adelantadas dentro del centro del campo se desenvuelve Carlos Indiano, quien, al igual que Pardo, decidió que no podía seguir esperando una oportunidad que no llegaba en la cantera del Atlético de Madrid. Su capacidad con el balón en los pies y sus buenas llegadas al área rival le han servido para convertirse en el comodín de Tomé en la zona ancha porque maneja muy bien el ritmo de los partidos. El madrileño, de veintidós años, ha participado en cuatro partidos y ya acumula 162 minutos de juego esta campaña.

indispensable calderón El quinto en discordia, y seguramente el que más relevancia ha tenido en este arranque de temporada, es Joaquín Calderón. Su camino también ha sido bastante más complicado que el de sus actuales compañeros. Con veintiún años, sus pasos por las categorías inferiores de Elche y Valencia no le acabaron de abrir las puertas del fútbol profesional y la pasada temporada no cuajó un buen año, ni en lo personal ni en lo colectivo, en Sangonera. Pese a ello, Tomé decidió apostar por él desde el principio, por delante incluso de Casares, y el ilicitano ha respondido con creces convirtiéndose en uno de los referentes del equipo. Lo demuestra que ha tenido minutos en los cinco partidos disputados (cuatro de ellos como titular para un total de 313 minutos) en los que ha marcado dos goles.

Los más jóvenes del Alavés vienen pisando fuerte y, además, en Álvarez Tomé han encontrado a un entrenador que no cierra las puertas a los menos experimentados. La apuesta, hasta el momento, no puede ser más fructífera.