Vitoria. Miguel Ángel Álvarez Tomé cerró ayer las puertas de Mendizorroza para llevar a cabo una dura sesión de trabajo de tres horas de duración en la que exigió al máximo a sus pupilos en un entrenamiento que sirvió de ensayo de cara al compromiso del próximo domingo contra la Real Sociedad B en el estadio alavesista.
"Ha sido una preparación del partido para trabajar lo que nos podemos encontrar de la manera más real posible y también nos ha servido para limar los aspectos que funcionan mal, tanto en ataque como en defensa", señaló Jon Moya a la conclusión del entrenamiento.
El central vizcaíno considera que, además de los tres puntos, el cuadro albiazul tiene ante sí una gran oportunidad de conseguir tranquilidad y confianza de cara al futuro: "Los puntos son importantes, pero también la credibilidad que cogeríamos tanto para dentro como para fuera. Sobre todo para la gente porque nosotros tenemos confianza, somos conscientes de lo que somos capaces de dar y a la gente le puede faltar ver el buen juego".
Alaña, con molestias en la inserción del aductor derecho y Esparza, aquejado de dolor en un pie, son los únicos albiazules que no se encuentran al cien por cien físicamente, aunque no tendrán problemas para jugar el próximo domingo.
Por otra parte, el cuadro albiazul cerró ayer la composición de su calendario más inmediato. El choque de la cuarta jornada contra el Real Unión en Irun se disputará el sábado 18 de septiembre a partir de las 19.00 horas. Por su parte, el duelo contra el Logroñés de la quinta jornada se jugará a las 20.30 horas del miércoles 22. Por último, el club vitoriano pretende que la visita a la Gimnástica se dispute el domingo 26 de septiembre.