El nuevo Deportivo Alavés de Miguel Ángel Álvarez Tomé ha nacido con una clara vocación ofensiva y el técnico leonés ha transmitido unos conceptos de ataque que han sabido absorber sus jugadores para ponerlos en práctica, con muy buenos réditos, desde el arranque liguero. El juego por las bandas, a la antigua usanza, es el arma fundamental de este nuevo Glorioso para cazar sus goles y, de momento, la fórmula resulta exitosa. Las bandas albiazules se dedican a la percusión sobre las defensas rivales.

Si en la primera comparecencia liguera Tomé apostó por dejar liberada la banda derecha del centro para fortalecer el ataque con la entrada de Indiano, en la visita a Osasuna B, y con la presencia de un pivote de corte defensivo como Josete, el técnico albiazul optó por jugar con dos extremos bien definidos.

Contra el Caudal, Rico fue la principal fuente que abasteció de balones al ataque alavesista. Con sus constantes llegadas, el ilicitano desequilibró a la zaga asturiana y fue el autor de la asistencia que Geni transformó en el único gol de dicho partido. Ayer, Rico volvió a ser protagonista desde dicho flanco zurdo, pero tuvo un acompañante de lujo en la otra banda, un Joaquín Calderón que se hizo con la titularidad de una manera un tanto inesperada y que, por el momento, le ha ganado la partida a Casares, jugador que estaba llamado a ser un referente y que no ha entrado en ninguna de las dos convocatorias ligueras del curso.

El también extremo ilicitano fue un quebradero de cabeza para la zaga navarra desde un flanco derecho en el que desequilibró con su calidad y un enorme derroche físico para alcanzar los balones largos que llegaban desde el centro del campo y la defensa.

Precisamente, fue Calderón el encargado de abrir el marcador con un certero disparo tras una gran jugada por la izquierda de Salcedo, mientras que, por su parte, Rico mandó un disparo al palo en los minutos finales de la primera parte y en la reanudación fue el autor de la asistencia que supuso el segundo y decisivo tanto vitoriano a través de un remate de cabeza de Esparza a través de ese gran servicio. Bandas de percusión las alavesistas y con denominación de origen ilicitano.