ALAVÉS Montero, Javi Casas, Igor Cuesta, Alaña, Iván Malón, Indiano, Esparza, Calderón, Casares, Geni y Jito. También jugaron Mesquita, Morcillo, Ibon Gutierrez, Óscar Rico, Sergio Pardo, Jon Moya, Josete, Asier Salcedo y Reguero.
BARAKALDO Serantes, Uranga, Fran, Larrucea, Isi, Eneko, Kevin, Natxo, Goñi, Gulin y Sergio. También jugaron Garcés, Negredo, Scifo, Buades, Álvaro, Metola y Garrido.
Goles 1-0, min. 24: Jito. 1-1, min. 30: Sergio. 2-1, min. 75: Geni. 3-1, min. 85: Geni.
Árbitro Daniel Guillerna, Carlos Merino y Aitor González. Expulsaron a Serantes (min. 82) y mostraron amarilla a Fran, Javi Casas y Moya.
Estadio Laguardia, ante 300 espectadores.
laguardia. Ocho partidos después, el Alavés parece haber encontrado al fin la senda adecuada por la que poder caminar con cierta tranquilidad en su lucha por el ascenso a la Segunda División. Por primera vez desde que arrancó esta pretemporada, el doctor Jekyll parece haber degollado definitivamente a Mr Hyde para adueñarse de una personalidad definida y con garantías de cierta solvencia. Con un clásico y siempre eficaz 4-4-2 sobre el terreno de juego y una pareja de delanteros que pueden -y deben- erigirse en la seña de identidad del equipo, el conjunto albiazul venció ayer 3-1 al Barakaldo en el amistoso disputado en Laguardia. Amistoso por la época y el contexto, porque a estas alturas parece imposible que un duelo ante la escuadra vizcaína acabe sin algún rifirrafe aunque -como ayer- la cosa no vaya a mayores. Además de la clara mejoría en su juego y la propia victoria -siempre importante aunque se le quiera quitar trascendencia en este periodo estival-, el encuentro en esta localidad alavesa sirvió para que una de las nuevas incorporaciones levantara la cabeza por encima del resto.
Si ante la Real Sociedad B fue Javi Casares el que ofreció retales de gran extremo, ayer fue Calderón el hombre del partido, sin obviar los dos goles de un Geni cuyo rostro al contemplar cómo el balón tocaba la red en dos ocasiones denotaba su sed de gol. Ésa que tanto se echó de menos la pasada campaña y que este año -con una nueva pareja de baile- debería quedar ya erradicada. Finalizado el partido, el propio Miguel Ángel Álvarez Tomé se mostró satisfecho del trabajo desplegado por sus jugadores. Y es que ayer, cuando parecía que todavía habría que aguardar al inicio oficial de la competición para tener algo tangible que llevarse a la boca, el toque se impuso al patadón y la búsqueda del pase y el desmarque a la parsimonia mostrada en anteriores partidos. Así, el equipo vitoriano fue capaz de lograr que el balón fluyera entre líneas en lugar de salir rebotado a la menor ocasión. Y todo, incluso con el fortísimo viento que reinó durante toda la tarde en el campo de Laguardia.
geni sale a la luz El choque se atisbaba diferente desde el principio. Al contrario que en días previos, el Alavés se atrevió a dominar el partido poco después del inicio, beneficiado también por un Barakaldo que no creaba peligro en el área albiazul salvo en contadas ocasiones. Un claro penalti a Jito que el propio delantero se encargó de transformar en el minuto 24 se vio contrarrestado por la incursión por la banda del baracaldés Sergio seis minutos después. Su balón cruzado fue imposible de alcanzar para Montero, y el Alavés enfiló el túnel de vestuarios con el empate antes de regresar con pocas variaciones. Algo que no duró mucho, pues Tomé realizó un cambio masivo que alteró por completo la fisonomía del equipo. Salvo un elemento que el técnico leonés optó por mantener: Geni.
La decisión no pudo ser más acertada. El delantero se reencontró con el gol en el minuto 75 al rematar de cabeza a placer un pase en el área de Alaña, y en el minuto 85 hizo lo propio al golpear con la diestra un pase raso de Calderón. El 3-1 hacía justicia a lo visto sobre el césped y el pitido final -entre medias ambos equipos se enzarzaron tras una fea entrada del portero del Barakaldo sobre Salcedo- finiquitó un partido para la esperanza. Si en los dos próximos amistosos -el miércoles ante el Bilbao Athletic en Lezama y el jueves contra el Numancia- el técnico albiazul logra de nuevo que sus piezas encajen como ayer, el futuro se anticipa, cuanto menos, ilusionante.