Vitoria. El Deportivo Alavés ya tiene asumido que en breve tendrá que hacer frente al pago íntegro de los 135.000 euros que le reclama su ex entrenador, Javier Pereira, como concepto de despido la pasada campaña, cuando fue destituido tras haber firmado en verano de 2009 un contrato que le vinculaba por dos temporadas al conjunto vitoriano.
Desde la llegada a la presidencia de Alfredo Ruiz de Gauna, los contactos con Pereira han sido una constante, pero, en todo caso, la respuesta por parte del preparador pacense ha sido la misma. Al técnico pacense no le gustaron nada las formas que sucedieron a su salida del club y desde ese momento se aferró, dentro del derecho federativo que ampara a todos los entrenadores en estos casos, a las cifras que marcaba el contrato que rubricó con Fernando Ortiz de Zárate y que reflejaba que todavía tiene pendientes de percibir 135.000 euros por la temporada y media que no pudo cumplir en el banquillo alavesista.
Tampoco ha habido acuerdo entre las partes a la hora de fraccionar el importante pago al que tiene que hacer frente el conjunto albiazul en las próximas fechas. La idea pasaba por dividir el abono en mensualidades o en varias fracciones, pero, en este caso, el técnico pacense exigía garantías de pago a través de avales y desde los despachos del Paseo de Cervantes se prefiere hacer frente al desembolso íntegro y en un único pago de los 135.000 euros que recogía el contrato del preparador extremeño.
Dicho pago se llevará a cabo antes del próximo 31 de julio para que el club no se encuentre con una posible denuncia por impago que le conduzca al descenso administrativo y, por otra parte, mientras que no se realice este abono el club no podrá comenzar a tramitar las licencias federativas de los jugadores de cara a la próxima temporada, ya que en estos momentos dichos derechos están bloqueados.
se alarga la espera Por otra parte, a lo largo de la próxima semana los rectores albiazules también subsanarán los defectos de forma que ha denunciado el Registro Mercantil en la tramitación de la ampliación de capital que llevó a cabo el club vitoriano a principios de año y que sigue sin cerrarse de manera definitiva con claridad.
La presencia de Guillermo Asarta como miembro del consejo de administración, situación que todavía no se ha oficializado, se presenta como un obstáculo para el registrador a la hora de dar validez a una documentación a la que en estos momentos le faltan datos relevantes.
La semana que viene se volverá a poner en marcha el proceso en el Registro Mercantil, por lo que los plazos volverán a estirarse de nuevo a la espera de una solución definitiva para la compleja tesitura económica que vive el club vitoriano en estos momentos.