Vitoria. Nueva reunión entre el Deportivo Alavés y la Diputación Foral e idéntico resultado. Como si de una película ya vista con anterioridad en numerosas ocasiones se tratara, la hora larga de encuentro entre el diputado de Hacienda, José Luis Cimiano, y los máximos accionistas del club en estos momentos, Alfredo Ruiz de Gauna y Guillermo Asarta -junto a su abogada Cecilia Maysounave-, únicamente sirvió para comprobar que ambas partes se mantienen firmes en sus posturas y que no se producen movimientos, por mínimos que sean, que puedan facilitar por ahora un acercamiento. Después de que las manifestaciones de Claudio Rodríguez el pasado martes exigiendo la apertura de manera inmediata de una nueva ampliación de capital y marcando unos plazos muy concretos y próximos para cerrar la capitalización de 3,2 millones elevara unos cuantos grados la temperatura de la relación, parecía que de la cita de ayer podría salir algún avance en un sentido u otro.
Sin embargo, nada de eso. El responsable de la caja foral volvió a transmitir los planteamientos que desde hace tiempo sustentan los argumentos del Palacio de la Provincia y se topó con idéntico mensaje de vuelta: de momento, toca esperar. Y es que Alfredo Ruiz de Gauna y su socio solicitaron a la Diputación más tiempo antes de adoptar una decisión definitiva sobre el futuro del club.
El principal motivo para esta prórroga estriba en el hecho de que la primera ampliación de capital todavía no está cerrada oficialmente y no se producirá este paso hasta que el Registro Mercantil se pronuncie sobre la validez o no de las acciones que se suscribieron a través de unos cheques fechados dentro del plazo permitido pero cuyo importe se ingresó en las cuentas albiazules después del 18 de marzo.
La entidad del Paseo de Cervantes estima que, una vez que todos esos documentos ya han sido elevados a escritura pública y presentados en el Registro, este organismo necesitará un plazo de quince días para pronunciarse sobre su legalidad o no. Solamente una vez conocido ese dictamen los responsables del club darán un paso más adelante y optarán por una de las alternativas que manejan para asegurar la viabilidad del proyecto albiazul.
Vías abiertas Porque, contrariamente a lo que públicamente les ha recomendado la Diputación, los responsables del Alavés mantienen abiertas todas las posibilidades. Así al menos lo defendió ayer Guillermo Asarta que, en su condición de secretario del consejo de administración albiazul, sustituyó como portavoz al habitual Alfredo Ruiz de Gauna. "De momento tenemos que esperar a la decisión del Registro y a partir de ahí valoraremos qué camino seguimos. Estudiaremos si recurrimos a la opción del crédito, a una posible ampliación de capital o a otra forma fórmula que nos permita continuar adelante", explicó.
Y es que el consejo de administración albiazul puso ayer sobre la mesa de la Diputación una tercera vía que le permitiría suavizar las exigencias económicas que se le avecinan en el futuro inmediato. En este sentido, para tratar de desbloquear la compra de los terrenos de Izarra -que rebajaría la deuda concursal del club a la mitad- el Alavés propone firmar unos contratos en virtud de los cuales se garantizase que la Hacienda foral no sufra el más mínimo perjuicio en el caso de que se produjese cualquier incumplimiento del convenio de acreedores. Ahora, son los inquilinos del Palacio de la Provincia los que deben pronunciarse.