Vitoria. Sudáfrica se convertirá a partir del próximo miércoles en el epicentro del planeta fútbol. Los mejores jugadores de todo el orbe, con contadas excepciones, se darán cita en el país africano con el objetivo de estrechar entre sus manos el legendario trofeo Jules Rimet, el que señala a su poseedor como la mejor selección del mundo a lo largo de cuatro años. Lejos de la pompa y el boato de tan magna cita, condenado a las catacumbas, el Deportivo Alavés al menos puede congratularse de tener una pequeña representación en la patria de Nelson Mandela. Así, cuatro corazones albiazules latirán en Sudáfrica en busca de un gran sueño. La afición de Mendizorroza les disfrutó y ahora también se fijará en todo lo que puedan aportar a sus respectivos combinados nacionales Martín Palermo (Argentina), Mehdi Lacen (Argelia), Dalibor Stevanovic (Eslovenia) y Walter Pery Martínez a la espera de tiempos mejores en los que el alavesismo vuelva a estar representado en las más grandes citas por su presente en vez de por su glorioso pasado.

martín palermo

Un "Loco" genial

Su paso por el Deportivo Alavés se cifra en sólo catorce partidos, tiempo más que suficiente para que un mito viviente como Martín Palermo dejase su impronta de genio. Corría el mercado invernal del año 2004 cuando el conjunto vitoriano se hizo con los servicios de un delantero argentino que no había tenido demasiada suerte en su experiencia española (Villarreal y Betis) después de un intenso periplo goleador en Argentina, tanto en Estudiantes de La Plata como en Boca Juniors, donde dejó registros para la historia y se convirtió en ídolo de masas al marcar el gol decisivo de la final de la Copa Intercontinental de 2000 contra el Real Madrid.

El Loco llegó a Vitoria con el sueño del ascenso y, finalmente, no lo pudo cumplir a pesar de su aportación. Esa decepción, clavada para siempre en su corazón, le llevó de regreso definitivamente a Argentina para volver a vestirse la camiseta de Boca Juniors, el club de su vida, y dedicarse a hacer lo que mejor sabe, marcar goles.

Tan excelente rematador como controvertido fuera del campo -quién no recuerda sus irrepetibles peinados o sus aparatosas celebraciones con lesiones incluidas-, para la historia quedarán los tres penaltis que erró en el mismo partido, cifra no menos impresionante que los 291 goles en partidos oficiales que ha conseguido a lo largo de su carrera. Eso sí, todos estos números de escándalo se han visto oscurecidos por su perenne ausencia de las convocatorias del combinado nacional argentino. Su regreso, de la mano de Maradona en septiembre de 2009, puso fin a una década sin ser llamado para vestir la albiceleste, una espina que ahora quiere quitarse a sus 36 años con un título mundial que supondría el broche de oro a su fenomenal carrera.

mehdi lacen

El descubrimiento de Piterman

Probablemente, Mehdi Lacen es una de las pocas personas en el mundo que tienen algo que agradecerle a Dmitry Piterman. Nadie hablará bien del ucraniano allá por donde ha pasado, pero el centrocampista parisino tuvo la suerte de que el por entonces presidente del Alavés se fijase en él.

Tras ser elegido como el mejor jugador de la Nationel D3 francesa, el equivalente a la Segunda División B, Lacen recaló en el Alavés en la temporada 2005-06. A pesar de su juventud, 21 años, el centrocampista de origen argelino fue uno de los mejores de un conjunto albiazul que no pudo mantener la categoría en Primera División por culpa del maldito gol del periquito Corominas. En dos años más de estancia en El Glorioso, se destapó como un auténtico pulmón en el centro del campo con una capacidad física espectacular, lo que le permitió fichar por el Racing de Santander.

Tras varios años esperando la llamada de Francia, finalmente debutó en febrero de 2010 con la selección argelina, país del que procede su madre. Sin apenas experiencia, Lacen afronta el Mundial con el objetivo de brillar, lo mismo que desea un Racing que quiere sacar tajada por su traspaso.

dalibor stevanovic

El esloveno errante

Dalibor Stevanovic compartió vestuario en Vitoria con Lacen, aunque su aportación no fue tan relevante como la del franco-argelino para firmar la milagrosa salvación que tuvo como doble escenario la épica remontada en Mendizorroza contra la Real Sociedad y la victoria contra el Celta en Vigo.

Tras destacar en el fútbol de su país, la Real Sociedad apostó por este futbolista esloveno de fina técnica y frialdad extrema, siempre, eso sí, que no estuviese de por medio su amado Partizan de Belgrado -sus padres son de ascendencia Serbia-. Llegó al Alavés como compensación del fichaje del joven Alberto Morgado por el club donostiarra y sólo disputó nueve partidos en los que apenas ofreció nada. A partir de ahí, buscó su redención en el fútbol israelí (Maccabi Petah Tikva) para acabar reencontrándose con su mejor fútbol en el Vitesse holandés.

Eso sí, en ningún momento ha dejado de ser pieza relevante en la selección eslovena. Ahí es donde Dado ha ofrecido siempre su mejor nivel y ahora quiere reafirmarse.

walter "pery" martínez

Mediático sin relevancia

Manix Mandiola le calificó como "la nota de color" del Alavés y la verdad es que, más allá del revuelo mediático que causó en Honduras su fichaje por el club vitoriano, su aportación fue nula. Cinco partidos, ninguno de ellos completo, supusieron el paso testimonial de Walter Martínez por un equipo en el que nunca tuvo oportunidades.

Ahora, Perigol quiere repetir con Honduras la historia del Mundial de España de 1982, cuando la selección centroamericana tumbó al combinado español. En su segunda participación mundialista, ambas selecciones vuelven a cruzarse y Pery Martínez quiere demostrar las razones que le han llevado a ser un ídolo en su país. El alavesismo se fijará también en el pequeño delantero.