Lleva poco más de un mes en el Deportivo Alavés, ¿qué esperaba y qué se ha encontrado en el club?

Esperaba encontrarme con un club con problemas, gris y triste porque viene de una trayectoria muy sufrida. En cambio, aunque me encuentro con problemas, una vez que estás dentro y hablas con gente y organizas cosas, te encuentras con una ilusión escondida, guardada y perdida en toda la gente. Veo unas ganas enormes de hacer cosas y cuando se les está dando pie a decir lo que piensan están saliendo muchísima pasión por lo colores y el club. Estoy enormemente sorprendido del potencial humano que hay, que hasta ahora estaba contenido y al que queremos dar rienda suelta.

Aterriza en el Alavés con una propuesta de organización un tanto diferente ¿De dónde sale esta idea?

De muchos sitios. Llevo más de dieciocho años apasionado por el fútbol y por su gestión. He viajado muchísimo y he estado con muchos entrenadores y técnicos de distintas estructuras. He visto muchas estructuras y he invertido muchas vacaciones en estudiarlas. Vas sintiendo necesidades y vas inventándote una fórmula de cómo consideras que podrían hacerse mejor las cosas. Al final del todo, antes de contactar con el Alavés ya tenía muchas cosas avanzadas de lo que creo que tiene que ser una organización moderna aplicada al fútbol. No es algo que me invente yo, son cosas que he visto por ahí y que funcionan en empresas modernas. Lo único que he hecho es adaptar el trabajo a las circunstancias porque cada club es un mundo.

¿Es un experimento?

No lo es en cuanto a la fórmula porque funciona muy bien. El experimento en el fútbol es ver qué resultado nos va a dar aquí y ahora, pero trabajar en grupos pequeños que sean eficaces y consensuados es mejor siempre, aunque habrá que ver qué resultados da. Primero hay que fijarse en el funcionamiento, que la organización sea ágil para dar respuestas sin que la burocracia las frene y, sobre todo, que seamos eficaces. Sería un éxito que la organización funcione mejor, luego está el baloncito, que entre o no, que es lo que marca todo al final. Pero, pase lo que pase con la pelotita, yo estaré satisfecho si la organización funciona bien.

Su idea es construir una estructura de funcionamiento interno que perdure, algo inexistente ahora.

Tenemos que conseguir que las mentalidades también sean de club. Las estructuras están compuestas por personas que sólo piensan en su parcelita, pero creo que si todos nos preocupamos de todo y luego cada uno se ocupa de lo suyo, va a ser mucho más enriquecedor. El funcionamiento se hará por pequeños grupos, hay cargos con nombre y apellidos, pero el trabajo no es responsabilidad de una sola persona. Va a haber más calidad en las decisiones porque no va a ser algo unipersonal. Si todo está ideado desde el mismo concepto, todo el trabajo va a seguir la misma línea. Los grupos de trabajo se van a relacionar entre sí para dar eficacia, sentido y unidad al trabajo.

¿Cuesta mucho llevar a cabo este proyecto en cuanto a capital humano y monetario necesario?

Es difícil y por eso es un reto. No vamos a caer en el error de cometer excesos por contar con muchos medios. Siendo menos personas nos vamos a coordinar mejor porque entre menos tenemos que hacer más. El hecho de que entren un par de personas no encarece los costes porque vienen a hacer el trabajo que antes hacía más gente. Nadie viene a ocupar el puesto de nadie porque aquí no hablamos de cargos, lo hacemos de funciones. La gente que está en el club está siendo reubicada. Me he obligado a conocer a los de dentro y también a los de fuera. Desde diferentes sitios me han destacado la calidad de ciertas personas -Edu Carrera y Edu Ortiz- y he ido a por ellos porque me han gustado y encajan en los perfiles necesarios.

El primer apartado que ha estructurado es el fútbol base ¿Cómo estaba y hacia dónde pretende que vaya?

Es un aspecto muy importante para nosotros. Igual no es lo más urgente porque no te da un rendimiento o un aplauso el primer día, pero es la base en la que se tiene que apoyar el club, cada vez más, en los próximos años. Esté quien esté, si la organización del fútbol base perdurase cuatro o cinco años, el Alavés podría nutrirse aún más de su cantera. Para conseguirlo, ahora hay que potenciar este apartado. Lo primero es tener a los mejores jugadores y lo segundo es formarlos mejor para que el nivel medio de la cantera aumente por mejor captación y entrenamiento. Va a ser la base del club y hemos empezado por aquí porque era el apartado que más volumen de trabajo precisaba y en el que había más urgencia para confeccionar las nuevas plantillas.

La idea de aglutinar a todo el fútbol de la provincia en torno al Alavés se presenta, una vez más, como el principal reto.

Es un objetivo clarísimo, pero secundario. El primer objetivo es que nuestra estructura de cantera sea mejor y que seamos capaces de captar a los mejores jugadores y de trabajar mejor. Luego, aunque sea al mismo tiempo, estará el intento de mejorar las relaciones con todos los clubes de la provincia. Ahí está la pirámide del fútbol, que no la vamos a deshacer y vamos a intentar de mejorar las relaciones con todos los clubes. Nuestra obligación es que el Alavés se vea como un club más atractivo en la base, que los chavales quieran jugar aquí y no en otros sitios, que vengan aquí sin que vayamos a buscarlos.

Bizkaia y Gipuzkoa se aglutinan alrededor de Athletic y Real Sociedad, pero en Álava no ocurre lo mismo con su club de referencia ¿Necesitan un mayor apoyo de las instituciones locales?

La ayuda económica es infinitamente superior, pero también te obliga a hacer unas cosas y a no poder hacer otras. No nos debe servir como excusa, el hecho de que el fútbol alavés esté más unido vendrá de dos vías: que la Diputación lo patrocine y que nosotros seamos más atractivos. No podemos comparar Álava con Bizkaia o Gipuzkoa. Hay que aprender de todos los sitios y buscar la organización perfecta para nuestras circunstancias. Igual por cuatro pesetas no nos viene bien tener algunas obligaciones y prohibiciones. Si me dan una millonada, tendré que plegarme y aceptar cortapisas.

Estructurado el fútbol base, ¿cuál va a ser el siguiente paso?

Estamos ultimando la secretaría técnica, que es algo especial porque da lógica a todo lo que digo y le da lógica a toda la estructura. Es un sitio donde se junta gente y tenemos que buscar eficacia y un funcionamiento más moderno y vertebrado, con tareas más determinadas para cada grupo de trabajo, acertar más y ayudar al primer equipo y también al fútbol base.

También hay que comenzar a trabajar en la plantilla del año que viene, en Segunda o Segunda B.

Lo estamos haciendo, pero en el caso del fútbol profesional todo suele estar más atado y se empezará a mover a partir de ahora. Estamos trabajando en el Alavés, ya veremos si en una categoría o en otra. Lo primero es definir el modelo deportivo, el color y el olor que queremos que tenga esta parcela. Tenemos que ver qué tipo de jugadores queremos en cada puesto y, a partir de ahí, buscaremos lo que necesitamos. La idea es dar continuidad a la mayoría del bloque porque no podemos cambiar por cambiar, no entiendo las limpiezas totales.

Echando un vistazo al presente, ¿cómo ve al equipo en estas últimas jornadas?

Lo veo bien. Me he encontrado un equipo al alza, sobre todo a nivel mental porque, lógicamente, cualquier estructura no tiene nada si no tiene vida. La mente es fundamental en esto y el equipo está con pasión, mirando con optimismo a lo que queda y eso nos lleva en volandas. Tenemos todas las cartas encima de la mesa y conservamos todas las opciones del mundo.

El objetivo de entrar en "play off"...

El único objetivo es subir a Segunda. Entrar y estar en una eliminatoria o dos te puede dar algo de taquilla, pero poco más. El objetivo principal es subir a Segunda, aunque si no se sube no va a pasar absolutamente nada.

Pero primero queda un poco de sufrimiento para clasificarse.

Queda sufrir y disfrutar, ambas cosas. Estamos cuatro equipos para tres puestos y puede caer cualquiera. Lo veo como una oportunidad y lo que nos queda es apasionante. Tenemos la fuerza y voluntad de pelear por los dos puestos de ascenso que van a dejar los campeones.

La duda que existe es qué nivel se va a encontrar el Alavés si se clasifica para el "play off".

Es un nivel muy alto, comparable al de esta última semana que hemos vivido. Hay pocas bromas y, además, con la desventaja de que las opciones son escasas. Pero vamos convencidos y somos fuertes, así que hasta que no nos echen no nos vamos a dar por vencidos.