vitoria. Sin ningún tipo de confianza. Pese a que presenta un expediente inmaculado en las nueve jornadas que acumula al frente del equipo, Iñaki Ocenda no concede el más mínimo espacio a la relajación y por eso aprovechó su comparecencia pública de ayer para advertir de los numerosos peligros que entraña la visita a Anduva. Y es que si en la primera vuelta el paso del Mirandés por Mendizorroza supuso el inicio del grave declive albiazul que a punto ha estado de costarle la temporada, el preparador vitoriano desea que la devolución de la visita suponga todo lo contrario. Esto es, la consolidación definitiva en las posiciones de play off y, si es posible, escalando algún puesto en la clasificación. Para conseguirlo, el camino a seguir está trazado con absoluta claridad: la victoria.
Claro que para poder festejarla a la conclusión de los noventa minutos antes el equipo tendrá que haber hecho los deberes a la perfección. Porque, enfrente, se encontrará con un adversario que está firmando una campaña notable y que aún precisa tres puntos para garantizarse matemáticamente la permanencia. Por todo ello, Iñaki Ocenda espera encontrarse un encuentro "trabado" con dos rivales que tratarán por todos los medios de no dejar "respirar" a su oponente.
Trasladándolo a una escena muy gráfica, una contienda "muy semejante" al derbi que semanas atrás midió las fuerzas de Eibar y Alavés en Ipurua. En aquella oportunidad la escuadra albiazul consiguió salir victoriosa y mañana tratará de repetir la receta para sumar también los tres puntos en liza frente al Mirandés.
Claro que el duelo de Anduva presentará una importante variación en lo que respecta al conjunto vitoriano. La lesión que se produjo el pasado fin de semana Igor Cuesta -que le hará perderse las seis próximas semanas- obligará al técnico albiazul a recomponer la zaga, una de las líneas del equipo que mejor rendimiento estaba ofreciendo. Además, el central portugalujo se había convertido en la auténtica referencia en el eje de la defensa, por lo que suplirle no resultará ni mucho menos tarea sencilla.
Quizás por ello, Iñaki Ocenda aseguró ayer no tener decidido todavía quién será su sustituto y esperará hasta el último momento para adoptar una determinación definitiva. "Es una baja importante pero tenemos plena confianza en todos los integrantes de la plantilla y el que salga seguro muestra buen nivel. Manejo varias opciones y aún no sé si optaré por retrasar a Alaña a la defensa, por que juegue Iker Guereñu o por que sea Romerito el que actúe como central", reconoció el preparador albiazul