Vitoria. El panorama del Deportivo Alavés se oscureció ayer de manera importante en el transcurso de un entrenamiento que no pudo concluir Raúl Llorente por culpa de un mal gesto -se le quedaron clavados los tacos en el césped- que puede haberle ocasionado una lesión de cierta gravedad en su rodilla izquierda. El madrileño abandonó la sesión de trabajo en Mendizorroza con mucho dolor en su articulación y, aunque el veredicto definitivo no se sabrá hasta hoy, la primera exploración del galeno alavesista, Manu Goienetxea, perfila como baja casi segura al madrileño de cara al compromiso del domingo contra el Bilbao Athletic, una ausencia que podría prolongarse durante bastante tiempo más si se cumplen los peores presagios.
A pesar de que no pudo realizar una exploración exhaustiva de la rodilla por los fuertes dolores que presentaba Llorente, el temor principal del médico albiazul es que el madrileño tenga afectado el ligamento lateral externo. A lo largo del día de hoy, el lateral alavesista se someterá a diversas pruebas que servirán para diagnosticar un plazo de convalecencia definitivo que, en el peor de los casos, podría extenderse hasta cerca de un mes.
En este sentido, y ante la imposibilidad de realizar un examen más taxativo, Goienetxea prefirió manifestarse ayer con cautela porque Llorente es un futbolista que ha sorprendido en muchas ocasiones con rehabilitaciones vertiginosas y tampoco tiene del todo claro que el ligamento se encuentre dañado, por lo que todo queda a expensas de la revisión de hoy, que será definitiva para conocer durante cuánto tiempo tendrá que estar de baja el jugador madrileño.
De momento, con su ausencia casi asegurada de cara al compromiso del domingo, a Iñaki Ocenda se le presenta ya un primer contratiempo de relevancia. Llorente ha sido un indiscutible a lo largo de la temporada en el once titular y desde la llegada del técnico vitoriano al banquillo, y reubicado como extremo izquierdo, había subido de manera importante sus prestaciones hasta convertirse en un futbolista de vital importancia para el equipo. Sin ir más lejos, en el último partido contra el Barakaldo el madrileño fue el autor del primer gol y también protagonizó la expulsión de Álvaro Martínez que acabaría siendo definitiva para la victoria albiazul.
Con esta baja cobra además especial relevancia la tarjeta amarilla que en ese mismo partido vio Óscar Rico y que el árbitro no registró posteriormente en el acta federativa. Dicha amonestación era la quinta en el ciclo del extremo zurdo ilicitano, pero el compromiso de suspensión que le tocaba sufrir no fue finalmente ejecutado al no haberse redactado esa última tarjeta.
Ese error arbitral supone ahora un auténtico balón de oxígeno para un Alavés que podría haber visto completamente descompuesta su banda izquierda con la ausencia de estos dos futbolistas. Gracias a ese fallo del colegiado, Rico podrá actuar en la banda izquierda contra el Bilbao Athletic cubriendo así el hueco dejado por Llorente.
cambio de sistema La ausencia de Raúl Llorente y la entrada en la alineación de Óscar Rico podrían propiciar un cambio en el sistema de juego de Iñaki Ocenda, quien con la ausencia del madrileño perdería mucha capacidad de trabajo en el centro del campo, lo que podría verse compensado con el regreso a la apuesta por el doble pivote conformado por Romerito y Alaña -ya se ha recuperado de las molestias que arrastraba en el cuádriceps- que tan buenas prestaciones ofreció en la visita al Eibar.
Con la continuidad de la zaga asegurada dado el buen rendimiento ofrecido por la misma a lo largo de las últimas jornadas, la presencia de esa pareja en el centro del campo aportaría mucha capacidad de esfuerzo y trabajo al equipo a la hora de recuperar balones con una configuración 4-2-3-1 que vendría a sustituir al 4-1-4-1 que se utilizó contra el Barakaldo.
Con la nueva configuración, Ocenda daría mayor libertad a los cuatro jugadores que quedarían en línea de vanguardia, con dos extremos muy definidos como Igor Martínez y Óscar Rico, la mediapunta para Joseba Arriaga -restablecido de sus molestias en los isquiotibiales-, dejando como principal referente ofensivo a un Geni muy mejorado últimamente.