Vitoria. Los movimientos en los despachos del Alavés son constantes pero, de momento, no se han traducido en resultados satisfactorios. De esta manera, la entidad albiazul realizó durante la jornada de ayer un nuevo intento para tratar de cerrar un acuerdo para la desvinculación de José María Cidoncha del Glorioso. El todavía secretario técnico albiazul, al igual que sucedió con Javier Pereira, no entra en los planes del club y se pretende pactar una salida. El principal inconveniente son las dos temporadas de contrato que se le firmaron el pasado verano y que el pacense quiere hacer valer. No obstante, las posturas con Cidoncha -que ha emprendido un nuevo periodo de vacaciones- se acercaron en la jornada de ayer y el acuerdo prodría concretarse en los próximos días.
Algo que no parece tan claro en el caso de Javier Pereira. El entrenador extremeño se mantiene firme en su solicitud de recibir como finiquito el sueldo íntegro de la presente campaña y el próximo ejercicio -algo a lo que no está dispuesto en absoluto el Alavés- y pese a los contactos que se produjeron de nuevo ayer miércoles no se produjo la esperada fumata blanca. En consecuencia, ambas partes se encontrarán hoy en Madrid en el acto de conciliación fijado por la federación. En el caso de no alcanzarse tampoco ahí un acuerdo, el club se arriesga a la posibilidad de verse sometido a un largo proceso judicial y verse sometido a continuas multas por no poder presentar ficha de entrenador en los partidos de Liga.
Por otro lado, la plantilla del primer equipo continúa sin percibir la nómina del mes de enero aunque los jugadores han recibido el compromiso de los responsables del Grupo Bidasoa de que en un plazo no muy largo habrá una solución para esta situación. La fórmula más probable para llevarla a cabo es que éstos realicen un nuevo desembolso en las arcas del club en forma de adquisición de acciones en la ampliación de capital que permita disponer de la liquidez suficiente para hacer frente al pago de las cantidades adeudadas a los futbolistas.