Vitoria. Los problemas, económicos en su mayor parte, se le acumulan a un deportivo Alavés que en breve puede encontrarse con una nueva piedra en el camino si no resuelve la desvinculación de la entidad de Javier Pereira, situación que el club está dilatando de manera constante y que ha provocado el enfado de un ex entrenador albiazul que todavía espera que sus anteriores superiores se pongan en contacto con él para alcanzar un acuerdo definitivo acerca de su finiquito, que ronda los 150.000 euros.

El problema para el club vitoriano es que carece de semejantes cifras en sus arcas y, en estos momentos, puede cumplir con el día a día de mala manera y dejando algunos apartados sin abonar. El requerimiento de pago por parte de los abogados de Pereira, que reclaman la indemnización correspondiente a la temporada y media que aún tenía firmada, ha recibido la callada por respuesta desde las oficinas del Paseo de Cervantes.

Esta situación ya ha sido puesta en conocimiento del Comité Nacional de Entrenadores y también del Comité Jurisdiccional y de Conciliación de la Federación Española de Fútbol, estamento que será el encargado de convocar un acto de conciliación que, de no resolverse de manera positiva, puede acabar llevando a Pereira a demandar al Alavés a la Justicia ordinaria en el apartado laboral.

El pacense reclama el pago completo de las cantidades que defiende tener firmadas en el contrato que selló el pasado mes de junio y en el que, según los abogados de Pereira, se recoge una cláusula que dicta que el técnico percibiría el montante correspondiente a sus dos años de contrato si llegaba a ser destituido de sus funciones en el club, aunque desde la entidad albiazul se entiende que esto sólo debe ser así si el ex entrenador no encuentra un nuevo destino de cara a la próxima temporada.

Además de poder enfrentarse a un posible contingente legal, el Alavés también necesita cerrar en breve la desvinculación del anterior técnico para no verse abocado a sanciones por parte de la Federación Española de Fútbol, que exige la presentación de una ficha de entrenador en los partidos oficiales, algo que el club vitoriano no puede hacer mientras mantenga abierto el contingente con Pereira acerca del pago de sus emolumentos.

Una vez producida la destitución de un entrenador, la Federación deja dos semanas de margen para que los clubes hagan frente al proceso de acuerdo con el técnico destituido. Mientras no exista un pacto entre ambas partes, el ente federativo no permite la inscripción en el acta de otro entrenador. En este caso, Iñaki Ocenda fue inscrito como utillero el pasado domingo contra el Guijuelo.

El vitoriano podría volver a utilizar dicha ficha de utillero este domingo en la visita al Zamora, pero esta posibilidad quedará extinguida la semana que viene en la visita del Racing de Ferrol a Vitoria. Si para dicho compromiso el Alavés aún no ha alcanzado un acuerdo con Pereira, y por tanto seguiría sin poder inscribir a Ocenda como entrenador, el club recibirá una sanción económica que se irá doblando con el paso de las jornadas.