Vitoria. Sin paños calientes. Pese a que apenas ha tenido unos días para trabajar y que se vio obligado a afrontar el partido muy mediatizado por las numerosas bajas -por lesión y sanción- que lastraban su capacidad de maniobra, Iñaki Ocenda fue tremendamente claro en su valoración de lo sucedido ayer sobre el césped de Mendizorroza y no tuvo el más mínimo empacho en reconocer que el Alavés no fue acreedor a más de lo que reflejó el marcador final.

"La valoración es negativa. El objetivo era el triunfo y sólo hemos conseguido un punto así que evidentemente no es para estar satisfecho. Además probablemente no nos hemos merecido nada más. Queda por delante mucho trabajo porque por este camino no vamos a ningún sitio. Tenemos que mejorar y hacerlo con rapidez porque no nos queda margen", resumió el preparador albiazul.

Pese a esta contundencia en su mensaje, Ocenda al menos sí se pudo quedar con algún buen detalle del partido de su debut. "Por muy mal que salgan las cosas siempre sacar algún aspecto positivo y en la primera parte se ha visto durante algunos momentos el equipo como yo quiero que juegue pero han sido ráfagas muy cortas", apuntó.

Cuestionado sobre la actitud de sus jugadores y en concreto sobre el comportamiento de los dos hombres que eran intocables para Pereira -Dani Bouzas y Geni- y que ayer saltaron al césped mediado el segundo periodo tras iniciar el choque en el banquillo, el técnico pronunció unas palabras de confianza pero no exentas de un claro mensaje. "Yo no soy un mal pensado, acabo de llegar y siempre creo en la buena fe del jugador pero también es verdad que siempre pienso que pueden dar algo más de sí de lo que han ofrecido hasta ahora", espetó. Además, Ocenda reconoció que ninguno de los dos cambios que introdujo a lo largo del partido ofreció "los frutos" que esperaba.

Por último, el entrenador vitoriano significó que "está claro" que la plantilla juega con "mucha tensión" y que eso le hace cometer "errores" que aparentemente no tienen mucha explicación.

Carlos Pouso La otra cara de la moneda la ofreció el técnico del Guijuelo, que emprendió el viaje de regreso a tierras salmantinas con un "sabor amargo" tras lo sucedido en Mendizorroza. "Creo que hemos perdido dos puntos porque mientras estuvimos once contra once controlamos la situación y merecimos algo más que el Alavés. Aunque después perdimos algo de llegada, tampoco pasamos demasiados apuros", valoró Pouso.