Vitoria. Para el partido de su estreno como entrenador alavesista mañana contra el Guijuelo, Iñaki Ocenda tiene bastante claro lo que les va a exigir a sus nuevos pupilos. Ni que jueguen bien ni mucho menos que pasen por encima de su rival. Solamente un cambio en su actitud con respecto a las últimas comparecencias que el preparador vitoriano espera que sirva como base para afrontar el futuro, reaccionar y volver a pensar en las posibilidades de ascenso.
"Estamos intentando marcar nuevas pautas de juego, pero después de cuatro entrenamientos es difícil esperar que vayamos a ver muchas cosas distintas en este sentido en el partido. Lo que sí les voy a exigir a los jugadores es intensidad, ganas, disputa, coraje y agresividad. Igual luego no acertamos, llegamos veinte veces y no metemos ni un gol, pero todo eso lo tenemos que dar", explicó Ocenda.
El preparador alavesista espera que sus jugadores se activen para que "el fútbol sea mucho más fluido" y el equipo pueda jugar con la "velocidad y descaro" que le han faltado hasta la fecha.
Por otra parte, el técnico vitoriano también vivirá un compromiso especial. Tras muchos años de servicios al club, le llega la hora de estrenarse al frente del primer equipo y no cabe duda que vivirá momentos inolvidables cuando se siente en el banquillo.
"Imagino que será un momento muy emotivo que viviré con mucha intensidad. Conozco lo que es estar en la grada y también en el césped y ahora me llega la oportunidad de saber lo que se siente en el banquillo de Mendizorroza. Voy a estar tenso porque es un momento bonito de vivir", señaló el recién estrenado preparador albiazul.
El cuadro alavesista, tras una doble de sesión ayer con mucho trabajo de estrategia, llevará a cabo hoy el último entrenamiento de la semana en las instalaciones de Ibaia a partir de las 10.30 horas.