Vitoria. El inicio de año siempre trae aparejado para la gran mayoría de los mortales la inevitable cuesta de enero y las complicaciones propias de los importantes desembolsos que tradicionalmente deben realizarse en esas fechas. Pues bien, al Deportivo Alavés en estos momentos esa subida se le está convirtiendo en poco menos que el mítico Tourmalet. Y es que la grave crisis económica e institucional que padece desde hace tiempo le asfixia cada vez más y comienza a ser cada vez más evidente.

Buena prueba de ello es que El Glorioso continúa sin poder hacer frente a sus pagos y los principales damnificados ahora son sus trabajadores, que no han percibido el dinero correspondiente a las nóminas del pasado mes de enero. Para tratar de solventar -al menos provisionalmente- este problema, Fernando Ortiz de Zárate ha tratado de repetir la fórmula que ya aplicó semanas atrás.

De esta manera, el presidente en funciones de la entidad albiazul ha vuelto a llamar a la puerta de la familia Ruiz de Gauna. El objetivo, muy claro: tratar de convencerles para que aceptasen ingresar una considerable cantidad de euros en las arcas del club que permitiese poner al día las cuentas hasta que se resuelva definitivamente la ampliación de capital. Hace tres semanas, lo consiguió y entre ambos aportaron algo más de 200.000 euros con los que se salvó el primer match ball que amenazaba la supervivencia del Alavés en el caso de no cumplir con los requerimientos de los acreedores privilegiados. En esta ocasión sin embargo la respuesta ha sido bien diferente. El dueño de Viajes Bidasoa considera que ya ha realizado esfuerzos más que suficientes para tratar de ayudar a Ortiz de Zárate a sacar adelante la situación y por este motivo se ha negado a realizar nuevas donaciones.

A la espera De momento, esperará a ver cómo concluyen las negociaciones que mantiene desde hace tiempo con el actual presidente en funciones y con el representante de jugadores Javi González para entrar a formar parte del nuevo consejo de administración albiazul antes de tomar una decisión definitiva. Sólo en el caso de que finalmente vea la luz la fumata blanca y se forme el nuevo triunvirato que controle el Alavés formalizará la importante inyección económica que precisa la entidad. En caso contrario, no volverá a realizar nuevas donaciones a fondo perdido. Lo que sí se mantienen plenamente abiertas son las conversaciones para cerrar el acuerdo que permita a los tres empresarios repartirse el control del Glorioso. En estos momentos, todos están pendientes de Javi González, que continúa estudiando toda la documentación antes de adoptar una postura definitiva.

Con este panorama, el futuro inmediato no se le presenta demasiado halagüeño a Fernando Ortiz de Zárate, que debe encontrar la fórmula que le permita recaudar el dinero suficiente para hacer frente a los compromisos de pagos que tiene pendientes. Al igual que ha hecho con Ruiz de Gauna ha tocado también otras puertas pero, hasta ahora, la respuesta con la que se ha topado ha sido la misma. El tiempo pasa y cuanto más se demoren los pagos, más peligrosa será la situación.