Vitoria. "Nos ha pedido que entrenemos con intensidad, que lo demos todo y que lleguemos a la ducha secos, igual que si fuese un partido". En apenas una frase de Igor Martínez puede resumirse el viraje en el timón que pretende dar el nuevo patrón de la nave albiazul.

A pesar de tratarse de "un día triste porque no está bien que se vayan entrenadores", el canterano considera que la llegada de Iñaki Ocenda tiene que servirle al Alavés para que se produzca un cambio en su trayectoria: "Es un entrenador que trabaja muchísimo, pide intensidad, aprieta y chilla. Es verdad que los que saltamos al campo somos nosotros, pero es bueno que se nos apriete desde el banquillo".

Además de ese incremento en la intensidad que después también debe trasladarse a los compromisos oficiales, Igor desvela que Ocenda pretende conseguir para el Alavés un estilo de juego que sea "reconocible", situación que no se ha producido en la anterior etapa.

"Nos quiere inculcar una base de juego y una identidad para saber a qué juega el equipo. Ha estado en todos los partidos que hemos jugado en Mendizorroza y nos ha dicho que todavía no sabe cómo jugamos y quiere cambiar eso", sostiene el atacante albiazul.

Así las cosas, el canterano espera que este cambio sirva para enderezar la mala racha de resultados que arrastra el equipo durante las últimas semanas: "Tenemos la oportunidad definitiva de hacernos fuertes y tirar para arriba".