Vitoria. El año competitivo tocó a su fin para el Deportivo Alavés con el hielo como invitado aguafiestas que, definitivamente, provocó la suspensión del partido que deberían haber disputado el cuadro albiazul y el Celta B a partir de las 20.30 horas en Mendizorroza. Hubo que esperar casi todo el día para la confirmación oficial de una decisión que era oficiosa desde mediodía, pero la burocracia tiene sus exigencias y la suspensión no se produjo hasta un par de horas antes de la que tendría que haber sido la hora de inicio del duelo.

Las alarmas que se encendieron en las oficinas del Paseo de Cervantes el viernes por la mañana no eran infundadas. El examen que se hizo al terreno de juego de Mendizorroza, con poca nieve pero mucho hielo, ya indicaba que la disputa del partido iba a estar complicada y ayer por la mañana se confirmaron los peores presagios y desde primera hora los rectores del club se dieron cuenta de que iba a ser imposible jugar por la noche.

Una decena de personas, entre trabajadores del club y voluntarios, se pusieron manos a la obra a primera hora de la mañana para intentar retirar el manto de nieve que cubría el terreno de juego, pero la sorpresa, tan desagradable como esperada, fue encontrarse con una capa de hielo adherida al césped de tal manera que hacía casi imposible desprenderla sin dañar la hierba por lo que el grupo desistió en sus labores.

Siguiendo la limpieza sobre el césped de Mendizorroza estuvo el propio presidente del club, Fernando Ortiz de Zárate, quien desde el primer momento también fue consciente de que iba a ser imposible jugar sin poner en riesgo la salud de los jugadores e, incluso, la del público que asistiese al partido, ya que también las gradas y los accesos al estadio estaban en precarias condiciones para la estabilidad.

Así se lo comunicó el máximo representante albiazul al colegiado del partido, el leonés Víctor Manuel González González, quien, acompañado por sus auxiliares, también comprobó in situ el estado del terreno de juego y se dio cuenta de que iba a ser imposible desarrollar el encuentro con las condiciones mínimas de seguridad para los futbolistas.

Tras la segunda visita del colegiado a Mendizorroza, en torno a las dos de la tarde, la certeza de que el partido iba a ser suspendido era evidente entre los rectores del Alavés, pero la ausencia de representantes del Celta B en Vitoria hacía imposible tomar la decisión de manera definitiva.

La expedición viguesa, que viajó el viernes, se encontraba ayer en Bilbao y no fue hasta la tarde cuando se desplazó a Vitoria. Los dictados federativos indican que para suspender un partido tiene que estar presente el árbitro y los delegados de los dos equipos en liza, así que hasta que el representante celeste no apareció en Mendizorroza no se pudo tomar una decisión oficial y definitiva.

En torno a las 18.20 horas llegó la expedición celtiña al estadio vitoriano y jugadores y técnicos saltaron al césped para comprobar su estado. Incluso, los gallegos llegaron a plantear la posibilidad de retirar la nieve que todavía reposaba sobre el terreno de juego para jugar, pero el colegiado no accedió a dicha petición y un cuarto de hora antes de las siete de la tarde decretó la suspensión definitiva del compromiso.

La reunión entre las tres partes para decretar la suspensión del partido también sirvió como primer contacto para buscar una fecha en la que se pueda disputar este compromiso. La Federación, que será la encargada en última instancia de validar la fecha definitiva, suele obligar a los clubes a jugar los partidos aplazados antes de la conclusión de cada vuelta.

Dicha directriz no podrá cumplirse en esta ocasión, ya que el último partido de la primera vuelta será el que se dispute al regreso del parón navideño, el día 3 de enero, por lo que antes no hay fechas disponibles porque los futbolistas tienen, por convenio, una semana de vacaciones inquebrantable.

Así las cosas, y con la eliminatoria de octavos de final en el horizonte, la fecha del 13 de enero se plantea como la mejor, ya que el los días 6 y 20 el cuadro vitoriano tendrá que afrontar su doble enfrentamiento contra el Barakaldo, aunque la Federación también podría variar el orden de estos partidos para que el choque liguero se adelante a la jornada de Reyes.