Vitoria. Recomienda una de las muchas frases de las que se nutre la sabiduría popular que los árboles no impidan ver el bosque y de esta máxima parece haberse hecho fiel seguidor Dani Bouzas. Y es que el capitán del Deportivo Alavés, que no podrá jugar el último encuentro de 2009 como consecuencia de la cartulina amarilla que vio el pasado domingo, quiso transmitir ayer un mensaje comedido en el que recurrió a los datos objetivos para rebajar los posibles excesos de confianza que haya podido generar la comparecencia frente al Montañeros.

Porque si bien es cierto que el combinado albiazul ofreció sobre el césped de Riazor una de sus mejores actuaciones de la campaña -si no la mejor-, no lo es menos que ésta se saldó únicamente con la recolección de un empate y que el balance de los últimos encuentros es más que preocupante. Así las cosas, el capitán asumió que el expediente de dos puntos conseguidos sobre los doce últimos puestos en juego es un "pobre bagaje" para un equipo que aspira a estar entre los cuatro primeros y que tiene los puestos de ascenso a tres puntos después de diecisiete jornadas.

El centrocampista se refirió a las "buenas sensaciones" colectivas tras la segunda parte ante la Ponferradina y el empate sin goles ante el Montañeros pero reconoció que las necesidades del equipo se centran ahora en "sumar puntos". El gallego ha observado en las últimas dos jornadas un equipo "más suelto" y que ha "subido el nivel del grupo" con respecto a hace varias jornadas. En este sentido, analiza esa mejoría en aspectos como la "defensa" y sitúa en el acierto ante la portería contraria la siguiente faceta a mejorar.

"Lo raro es no marcar goles y ahí está nuestro debe, en que debemos trabajar para tener ocasiones y marcarlas", precisó. Por todo esto, el punto sumado en La Coruña ha dejado un "mal sabor de boca" en el vestuario albiazul porque las "ocasiones y buen juego" no se vieron recompensadas con la puntería de "acertar" con la meta gallega.