Vitoria. En la matinal posterior al empate contra la Ponferradina, el particular parte de guerra del Deportivo Alavés reflejaba que los galenos del club tuvieron una jornada de mucho trabajo, aunque, por fortuna, los problemas que arrastran muchos de los jugadores albiazules no revisten una especial gravedad y, de no mediar problemas a lo largo de la semana, Javier Pereira podría contar con su plantilla casi al completo de cara al compromiso contra el Montañeros con la excepción de un Iker Guereñu que tendrá que esperar hasta el próximo mes de enero para reaparecer.

La situación más preocupante la arrastra el guardameta Alberto Montero. El portero, tras dos partidos siendo titular, no pudo entrar en la convocatoria del enfrentamiento contra la Ponferradina por culpa de un esguince en la clavícula del hombro derecho que se produjo en el compromiso contra el Palencia y que, tras sufrir un nuevo golpe, se le reprodujo en el entrenamiento del sábado. Montero guardará reposo durante los próximos días, aunque podría estar recuperado para formar parte de la expedición a tierras gallegas.

En el caso de Óscar Martínez también existe cierta prudencia, ya que arrastra una distensión en el psoas izquierdo que, aunque no le impide jugar, le produce bastantes molestias. Con el punta gallego se trabaja con precaución y ahora tiene dos jornadas de descanso para intentar recuperarse de este problema.

También tienen un par de días de descanso -ayer y hoy- Cristian Castells y Raúl Llorente. Ninguno de los dos pudo concluir el partido del domingo, pero sus situaciones no son preocupantes.

molestias lógicas Castells, tras cinco semanas de inactividad, pidió el cambio a los pocos minutos de saltar al terreno de juego porque no se encontraba con buenas sensaciones, pero no ha sufrido una recaída y podrá jugar contra el Montañeros. Para el choque en Riazor también estará disponible un Raúl Llorente que el domingo sólo sufrió una dolorosa contusión en la rodilla izquierda que no le acarreará mayores consecuencias a pesar de que en un primer momento se pensaba que el problema podía ser más grave.

También de manera individualizada trabajó ayer un Dani Bouzas que se ha recuperado perfectamente de la lesión que sufrió en el calentamiento del choque contra el Mirandés, adelantando de esta manera en una semana el proceso de recuperación inicialmente previsto. Con la lógica sobrecarga por el esfuerzo del partido, el centrocampista gallego realizó carrera continua en la sesión de trabajo matinal y se espera que el miércoles vuelva a trabajar junto al resto de sus compañeros con normalidad.

Por último, también arrastra problemas Eneko Fernández de Garayalde, quien no entró en la convocatoria el domingo y que arrastra una artritis traumática en un dedo del pie izquierdo. El aragonés se someterá durante los próximos días a una prueba médica para conocer cómo evoluciona el golpe, pero se espera que en breve vuelva a trabajar con sus compañeros.