Se reencuentra con el Alavés, un club en el que estuvo durante cuatro temporadas entre el filial y el primer equipo.
Fueron cuatro años de los que guardo muchos buenos recuerdos y le tengo mucho cariño al club, a la ciudad y a la gente, así que estoy muy ilusionado por volver, aunque siempre he estado mirando al equipo de reojo y comentando con algunos compañeros cómo iban las cosas en el club.
Y este regreso se va a producir en Segunda División B, una categoría que se hace extraña para un club con un pasado reciente como el que tiene el Alavés.
Son las corrientes que tiene el fútbol. Que equipos como el propio Alavés o el Oviedo, que, por circunstancias, se encuentren en estas categorías, ya no es tanta sorpresa, pero esperemos que con trabajo vuelva a estar donde se merece en los próximos años.
Curiosamente, usted disfrutó del último año de gloria deportiva con el ascenso a Primera División. Mucho han cambiado las cosas en el club desde entonces.
La verdad es que sí. Ha pasado mucha gente entre presidentes, entrenadores y jugadores. Hay para escribir un par de enciclopedias.
En ese último año suyo en el club fue cuando se comenzaron a gestar todos los problemas que acabaron desembocando en la actual situación crítica de la entidad.
La llegada de Piterman fue una auténtica revolución, pero en esa primera temporada todo quedó eclipsado por el ascenso que conseguimos, que fue lo único bueno que trajo. Todo no fue negativo, pero se quedaron muchas cosas ahí y es lógico que la gente acabase muy enfadada.
De su época ya no queda nadie...
Pues no. He estado echando cuentas y la verdad es que no. Tengo una gran amistad, enorme, con Geni porque coincidimos en las categorías inferiores del Oviedo. Ni siquiera Astudillo, que lo tengo despistado y ni siquiera sé por dónde anda habiendo sido una persona tan importante para el Alavés. Su marcha del club cerró un ciclo.
Mientras tanto, usted se ha asentado en Ponferrada.
Llevo cuatro años muy buenos, con muchos minutos y estabilidad. Llevamos dos años consecutivos jugando el play off e intentaremos que a la tercera vaya la vencida. Tenemos que pelear por buscar la primera plaza, que es la que te da ventaja.
Les está costando encontrar la ansiada regularidad.
Casi nadie lo consigue porque es una categoría muy difícil y es muy complicado encadenar varias victorias. Ahora el Eibar ha sacado una buena renta y va a ser difícil recortar, pero tenemos que estar detrás de ellos para aprovecharlo cuando se despisten.
Tampoco el Alavés acaba de encontrar la buena senda.
Después del descenso, y por el nombre del club, parece que tienes la obligación de estar arriba, pero eso no es nada fácil. Tienen una plantilla completamente nueva y hay que tener paciencia porque creo que al final van a estar arriba. Lo único que tienen que hacer es darle confianza a los jugadores.