Vitoria. Las primeras noticias no podían resultar más descorazonadoras. Mucha era la ilusión, sobre todo desde determinados sectores del entorno del Deportivo Alavés, que se había depositado en la ampliación de capital de la entidad, pero las primeras cifras que se han conocido del proceso no invitan al optimismo, ya que apenas se han cubierto alrededor de 60.000 euros cuando están a punto de cumplirse las dos primeras semanas del proceso. En esta tesitura, la socialización se convierte en una absoluta quimera, mientras que para la obtención de nuevos recursos económicos el club parece destinado a esperar a una segunda fase de la ampliación que todavía no está completamente definida.
Los días previos a la puesta en marcha de la ampliación de capital sirvieron para generar una nueva corriente de ilusión, sobre todo gracias a la campaña de concienciación puesta en marcha por el grupo Accionistas albiazules. Estos pequeños inversores se volcaron con una propuesta que venían exigiendo desde hacía muchos años y en la que veían la oportunidad perfecta para conseguir la ansiada socialización de la entidad. Suyas fueron las propuestas para que los accionistas consiguiesen beneficios en la compra de títulos y en ellos se apoyó el club para poner en marcha un proceso que ni de lejos va por donde se esperaba.
El objetivo de la socialización, perseguido por Accionistas albiazules y que contó con el beneplácito de Fernando Ortiz de Zárate, quien cedió sus derechos de compra preferenciales para que el mayor número de personas que fuera posible accediese a la adquisición de nuevos títulos, se convierte ahora en una misión casi imposible de no ser que medie un cambio radical en el ritmo de venta durante los días que van hasta el próximo 18 de diciembre, en el que la primera fase tocará a su fin para dejar paso a la segunda y definitiva.
Tras este primer varapalo, en el entorno del club ha surgido la lógica incertidumbre del que ve que las cosas no marchan tan bien como se esperaba. Ni la directiva ni los implicados en el diseño de esta campaña esperaban que el ritmo de inicio de compra de acciones arrancara con el freno de mano echado. Nadie soñaba con un desembolso completo de los 3,2 millones previstos, pero las bajas cifras registradas hasta la fecha tampoco entraban en los cálculos de nadie, ni siquiera de los más pesimistas.
A excepción de una persona que ha adquirido 150 acciones, el resto de compradores se han hecho con cantidades bastante más modestas y, sobre todo, el número de participantes no ha sido, hasta la fecha, el que se esperaba. Con la apertura del nuevo mes, la cercanía de las festividades navideñas y el dinero fresco el los bolsillos, se espera un nuevo repunte que permita cerrar la primera fase de la ampliación con unas cifras mejores de las que se registran en este momento, aunque todo apunta a que habrá que aguardar a la segunda fase para evaluar en conjunto una iniciativa que, no en vano, persigue garantizar la supervivencia económica de un club que necesita también de los resultados deportivos.
De no producirse un incremento importante en las ventas, la situación del club se convertiría en una enorme fuente de dudas. La socialización quedaría relegada al baúl de los recuerdos y se abriría entonces una segunda fase en la que lo fundamental sería obtener efectivo para hacer frente a los gastos futuros de la entidad.