Vitoria. En un momento ciertamente complicado, con más incertidumbres que certezas en el funcionamiento del equipo, el calendario tampoco ha querido echarle una mano a un Deportivo Alavés que enfilará hasta la conclusión del presente año una serie de compromisos ante oponentes de primera fila que van a medir la capacidad del conjunto dirigido por Javier Pereira, al que le llega el momento de refrendar su privilegiada situación ante buena parte de los que van a ser sus rivales directos en la lucha por ocupar uno de los cuatro puestos de play off.

Serán cuatro los compromisos que el cuadro albiazul dispute hasta que el año 2009, en el aspecto competitivo, baje el telón el fin de semana de 19 y 20 de diciembre. Cuatro rivales y doce puntos en juego para calibrar lo que este equipo puede llegar a ser y para discernir si Olentzero regala el premio de la tranquilidad o si el equipo se va de vacaciones con más nervios de los estrictamente necesarios por no haber hecho los deberes como se esperaba en el arranque del curso.

Los particulares exámenes alavesistas comenzarán este domingo con una cita que puede marcar el destino del Alavés, sobre todo en el apartado anímico. La cornada del Mirandés supuso un grave golpe moral y el equipo, plagado de bajas, no llega en su mejor momento al choque contra un Palencia que está sorprendiendo a propios y extraños y que marcha en la tercera posición empatado a puntos con el propio cuadro vitoriano. Precisamente, el cuadro albiazul no guarda un buen recuerdo de los castellanos, ya que fueron los que sellaron la eliminación albiazul en la primera eliminatoria de la Copa del Rey en Mendizorroza en un choque que se acabó dirimiendo en los lanzamientos desde el punto de penalti.

El potencial del Palencia en La Balastera, donde todavía no ha perdido en lo que va de curso, y las muchas ausencias que tendrá el cuadro albiazul serán dos importantes obstáculos que habrá que superar para obtener un resultado positivo que permita que las aguas regresen al cauce de la tranquilidad.

Y es que, tras la visita a tierras castellanas llegará a Mendizorroza otro de los gallitos del grupo. Sumida en una irregularidad parecida a la del Alavés, la Ponferradina se sabe favorita desde antes de que se iniciase el curso, aunque, como en Vitoria, el club leonés pasa del cielo al infierno de una jornada a otra con suma facilidad, ya que no acaba de encontrar una buena racha que le permita sosegarse de manera definitiva más allá del segundo puesto que ocupa en la clasificación.

rivales gallegos Una semana más tarde llegará lo que a principio de curso podría haberse vislumbrado como un partido aspirina. Ahora se puede presentar como un auténtico quebradero de cabeza por obra y gracia de un Montañeros que está firmando una sensacional trayectoria. El cuadro coruñés, inscrito a última hora tras el descenso del Ciudad de Santiago, está firmando una espectacular racha -acumula cuatro victorias consecutivas- que le ha llevado hasta la sexta posición en la tabla, con lo que ya se ha convertido en una seria amenaza para los del grupo de cabeza porque, además, el Montañeros es uno de los equipos que mejor fútbol está practicando dentro de una categoría en la que las exquisiteces brillan por su ausencia.

Tras jugar frente a los actuales tercer, segundo y sexto clasificado, el Alavés cerrará el año en Mendizorroza recibiendo a un Celta B que en estos momentos está atravesando por una mala racha -seis partidos sin ganar-, pero al que las rentas cosechadas en el arranque del curso le han servido para continuar en una buena posición, la séptima, que le puede permitir volver a atacar la zona de privilegio si regresa al camino de las victorias.

En poco menos de un mes, el cuadro vitoriano tendrá que degustar un potente menú con el que se podría empachar el más preparado. Cuatro compromisos de altos vuelos para que el equipo de Pereira comience a calibrar su potencial después de unos primeros catorce encuentros en los que ha dado una de cal y otra de arena, lo que no ha sido impedimento para encontrar un hueco entre los mejores. Llega a partir de ahora el tiempo de buscar el asentamiento y el salto de calidad definitivo ante oponentes de verdadero nivel que tienen que servir para calibrar lo que puede llegar a ser El Glorioso allá por los meses de mayo y junio, que será cuando verdaderamente se juegue las castañas un equipo que ahora no debería atragantarse antes de las Navidades.