Vitoria. La comparecencia que, a petición propia, realizó el diputado de Hacienda, Finanzas y Presupuestos ayer en las Juntas Generales para informar de los últimos acontecimientos en torno al Deportivo Alavés resultó de lo más sorprendente. Entre otras cosas, porque contó con un epílogo de lo más inesperado. Fue en el momento en el que el representante del Partido Socialista, Txarli Prieto, tomó la palabra para anunciar al resto de los junteros la condición que su grupo pondrá para apoyar la recuperación del convenio de colaboración con la entidad albiazul cuando se produzca este debate próximamente en el pleno de las Juntas. El requisito será que, entre las contraprestaciones que tenga que asumir El Glorioso por la subvención, se incluya que tenga que solicitar a la Federación que Mendizorroza acoja un partido de la selección española.
El anuncio provocó un indisimulable revuelo en la sala y, rápidamente, reacciones. Pese a que el turno de intervenciones teóricamente ya había concluido, los grupos forzaron al presidente de la comisión a permitir dos breves apuntes más. En uno de ellos, Javier De Andrés, del Partido Popular, mostró su adhesión al planteamiento socialista y advirtió de que se sumará a ese punto de partida en la votación. Por otro lado, el representante del PNV, Pedro Elosegui, respondió con una buena carga de ironía que su grupo estaba plenamente de acuerdo con esa propuesta siempre que el encuentro que se disputase en el estadio del Paseo de Cervantes fuera un Euskadi-España. En definitiva, que el debate sobre el convenio se presenta calentito.
Antes de que todo este terremoto se desencadenase, José Luis Cimiano había ofrecido cumplidas explicaciones de todos los acontecimientos relacionados con el Deportivo Alavés que se han producido durante los últimos meses y que derivaron en la decisión de la Diputación de adherirse al convenio de acreedores. Esta decisión supone, de facto, renunciar a la mitad de los 10,8 millones de euros de deuda que mantenía la entidad albiazul con las arcas forales y aceptar el fraccionamiento del 50% restante en cinco años.
El diputado de Hacienda destacó que se llegó a esta determinación en un ejercicio de responsabilidad, puesto que la no aprobación del citado convenio habría supuesto "la liquidación del club". Además, desveló que los casi cinco millones y medio que conseguirá recuperar mediante esta fórmula es bastante más de lo que habría logrado si se certificase la desaparición del Alavés. "En el caso de la liquidación, el patrimonio del club es escaso y los ingresos que se hubieran podido generar serían mucho menores", argumentó Cimiano.
Deuda de Piterman
Al margen de explicar los motivos de las decisiones adoptadas por la Diputación, el diputado de Hacienda ofreció también algunos datos concretos hasta el momento desconocidos. De este modo, incidió en que el responsable de la ingente deuda albiazul en su práctica totalidad es el anterior gestor alavesista y no los actuales responsables del club. "Entre 2004 y 2007 se fueron acumulando impagos sin que nadie hiciera absolutamente nada. En 2004 fueron 1,8 millones de euros, 5,1 corresponden a la cuenta de aplazamiento de 2006 y 2,4 más al IVA y las retenciones de 2007. Si a eso se le suma el millón y medio correspondiente por el recargo, suma el total de 10,8 millones de deuda generada por Dmitry Piterman", significó.
Por último, echando la vista al futuro, insistió en la intención de la Diputación de que sea un pleno de las Juntas Generales quien decida si se recobra o no el convenio de colaboración con el Deportivo Alavés (para el que hay reservada una partida dentro de las subvenciones) y la cuantía del mismo, aunque mostró su postura favorable al Sí. Postura en la que, más o menos, coinciden todos los grupos y en la que el PNV tomó la iniciativa anunciando que presentará una enmienda en el debate de los presupuestos en este sentido. Las condiciones de PSOE y PP con la selección española de por medio aparecieron después.