Vitoria. Los problemas se le acumulan en el apartado defensivo a un Javier Pereira que al que ayer informaron de que no podrá contar con Cristian Castells durante dos semanas más. El central valenciano, que se había reincorporado al trabajo con el grupo el pasado lunes, no se encontraba completamente recuperado de la rotura de fibras en la parte posterior del muslo derecho que sufrió en el partido contra el Eibar, la cicatriz se le ha vuelto a abrir y ahora tendrá que guardar reposo, al menos, durante otros quince días antes de volver a estar disponible, previsiblemente, para el partido contra la Ponferradina.
Más larga será la convalecencia para un Iker Guereñu que durante la tarde de ayer fue intervenido quirúrgicamente para solucionar la luxación de clavícula que sufrió en el transcurso del duelo del pasado domingo en Las Llanas contra el Sestao River. Una vez superados los dolores de cabeza después del fuerte golpe que sufrió, el vitoriano pasó por el quirófano para reparar su hombro y ahora deberá permanecer de baja durante cerca de dos meses, por lo que no podrá volver a vestirse la zamarra albiazul hasta el año que viene.
A estas dos bajas seguras hay que añadir también la del sancionado Raúl Llorente, que vio en Las Llanas su quinta tarjeta amarilla, y, además, la situación de Igor Cuesta también es preocupante. El central portugalujo se retiró de manera prematura de la sesión de trabajo del martes tras sufrir un estiramiento en los isquiotibiales. El defensa albiazul no tomó parte en la sesión de entrenamiento de ayer (tampoco en el amistoso vespertino) y hoy también podría guardar descanso para preservar su estado físico y estar a tope en el choque del domingo contra el Mirandés, ya que otra baja en el entramado defensivo podría dejar al mismo cogido con hilvanes en el duelo contra los burgaleses.