Ni el frío ni la nieve pueden con el ánimo de los korrikalaris, que ayer nuevamente se empeñaron en pasar el testigo del avance del euskera por toda la geografía euskaldun. La carrera en favor del euskera concitó el apoyo de miles de personas en su recorrido diario, que llegó a localidades de Iparralde como Maule, Sarrikotapea, Donaixti o Donibane Garazi para mostrar al mundo que el euskera no entiende de fronteras ni de climatologías adversas.
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