ovid-19 mediante, la red de Osakidetza en Álava se prepara para seguir creciendo en infraestructuras a lo largo de los próximos meses. Los dos proyectos de mayor envergadura, así como los más visibles y avanzados, son el nuevo centro de salud de Murgia y el flamante edificio de servicios centrales y quirúrgicos del HUA-Txagorritxu, en Gasteiz. Aunque caminan a diferentes velocidades, ambos equipamientos se encuentran ya en la recta final de su acondicionamiento y comenzarán a recibir a sus primeros pacientes en un plazo de tiempo breve.

Primero lo hará el ambulatorio de Murgia, una infraestructura anhelada como pocas en esta localidad. No sólo por las malas condiciones en que se encuentra su actual centro de salud, sino por el lento e intrincado proceso administrativo que ha marcado a este proyecto.

La construcción del nuevo edificio, situado en la calle Aiurdin, arrancó en septiembre de 2019 y se encuentra ya totalmente finiquitada a falta de detalles como la instalación de telefonía. Fuentes del Departamento de Salud subrayan que el equipamiento, cuya apertura se fijó en su día para la segunda mitad de este 2020, "va en plazo", aunque no confirman en qué fecha exacta abrirá sus puertas. Una información que también desconoce el propio Ayuntamiento de Zuia.

Algo más tendrá que esperar el nuevo bloque de Txagorritxu, que aglutinará en un futuro servicios tan esenciales del hospital como las Urgencias, la UCI o sus quirófanos. Aunque la obra del equipamiento se encuentra también prácticamente rematada, su apertura se está demorando más de lo previsto por el retraso que acumula el edificio de instalaciones que le dará suministro energético.

La construcción de este edificio industrial, que también dará soporte a futuro al edificio clásico de Txagorritxu, ha sido licitada recientemente y los plazos manejados por la OSI Araba para la conclusión de todos los trabajos se extienden aún durante varios meses. Fuentes de la organización sitúan la apertura del recurso para el segundo semestre de 2021.

Siguiendo en Gasteiz, y sin más proyectos de estas características tangibles o comprometidos sobre el papel, los vecinos del Casco Viejo aún esperan noticias sobre la posible reubicación del centro de salud del barrio, también castigado por los achaques, las estrecheces y las barreras arquitectónicas. Nada ha vuelto a saberse sobre la búsqueda de un nuevo emplazamiento para este recurso, muy frecuentado por pacientes de edad avanzada, pese al deseo compartido por Osakidetza y el Ayuntamiento de mejorarlo. Una de las alternativas analizadas en su día para llevar el centro fue el antiguo hospicio, en la calle San Vicente de Paul, cuya propiedad ostenta el Consistorio.