- Arantza, peluquera que desde diciembre de 2018 está metida de lleno en un nuevo proyecto laboral, lo tiene claro: "Si no puedo trabajar, no puedo facturar. Y la cuota de autónomos es un gasto más que puede poner en peligro la viabilidad de los pequeños negocios". Ha atendido a sus clientes hasta el último momento, cuando comenzó el confinamiento para detener la epidemia de coronavirus en España el 14 de marzo. Se ha quedado sin ingresos de manera imprevista y no sabe cuándo volverá a abrir. Pero tiene que seguir pagando gastos como el alquiler o la hipoteca del local, suministros, la cuota de autónomo, impuestos y cotizaciones sociales, y los recibos de luz y agua.

Esta profesional alavesa recuerda que los autónomos solo cobran lo que trabajan, y llevan con cero ingresos desde que se vieron abocados a bajar la persiana de sus negocios a mediados de marzo.

Ante estos momentos extraordinariamente difíciles que viven los trabajadores por cuenta propia de las pequeñas empresas, y dada la situación de falta de actividad y liquidez de los autónomos, el colectivo urge a las administraciones medidas efectivas para paliar las pérdidas, como anular (no aplazar) el pago de las cuotas mientras las persianas de sus negocios estén bajadas.

De media, la mayoría de las pymes y autónomos tienen liquidez para aguantar un mes sin ingresos. Es decir, es un colectivo sin apenas colchón para hacer frente al parón decretado de sus actividades.

Sin embargo, el 31 de marzo a todos los trabajadores por cuenta propia (hayan cesado o no su actividad) se les cobró la cuota de la Seguridad Social en la cuenta bancaria, algo que ha provocado numerosas críticas de los autónomos.

Y a pesar del enfado, este colectivo también tendrá que abonar la cuota del mes de abril, aunque no haya ingresado nada. Lo que sucede es que la moratoria en el pago de las cuotas no entrará en vigor hasta el mes de mayo.

"El problema de esta situación es que se alargue en el tiempo, porque nosotros no tenemos ingresos pero los gastos siguen ahí, va a ser muy complicado", denuncia Arantza, que augura unas pérdidas importantes para los autónomos. Además de reclamar la cancelación del pago de la cuota de autónomos por cese forzoso de la actividad laboral, también exigen a las administraciones medidas económicas urgentes para paliar gastos que tienen que asumir como luz, agua, sueldos,...

"En mi caso, no tenía pedidos pendientes con proveedores. Pero el problema va a surgir cuando volvamos todos a la vez a nuestra actividad y nos vayamos quedando sin productos, porque haremos pedidos masivos", dice Arantza, que pone como ejemplo lo que está pasando ahora con el abastecimiento de los supermercados, con una creciente demanda de miles de consumidores confinados en sus hogares por la pandemia del coronavirus.

Con mucha ilusión y ganas de trabajar y con el apoyo incondicional de su marido y sus dos hijas, Izaro y June, en diciembre de 2018 Arantza Redondo abrió las puertas de su propio negocio, Mi pelu-Estilistas, situado en Avenida Gasteiz, 89. De manera repentina, esta trabajadora ha tenido que cerrar su negocio, como miles de autónomos en Álava cuyas actividades se han suspendido debido a la declaración del estado de alarma. El confinamiento le ha dejado sin ingresos y al mismo tiempo con varios gastos fijos que asumir.

En un principio, el texto inicial del Real Decreto que declaraba el estado de alarma (con limitaciones a la movilidad y a la actividad económica) libraba a las peluquerías del cese de la actividad. Pero finalmente tampoco estos negocios han podido abrir sus puertas. Este servicio sólo se mantiene a domicilio para garantizar la atención e higiene de las personas más vulnerables.

Arantza recuerda sus inicios en esta profesión. Se formó en Diocesanas Molinuevo y lleva años en el mundo de la peluquería y el estilismo, la mayor parte de ese tiempo al frente de su propio negocio. Tal y como cuenta esta trabajadora autónoma de Vitoria, "si tienes todo muy meditado antes de empezar, emprender es una buena opción porque eres dueña de tu tiempo y de tus ingresos. Las mujeres autónomas somos esencialmente trabajadoras, muchas emprendedoras por obligación y otras por vocación".

Pero este colectivo también tiene que compatibilizar el trabajo con su vida personal y el cuidado de los niños en muchos casos. Sin olvidar que "es tu propia empresa lo que está en juego".

En el caso de las trabajadoras por cuenta propia hay que hacer especial hincapié en aspectos relacionados con la maternidad. Este colectivo exige los derechos que tiene cualquier asalariada al convertirse en madre porque una autónoma, por ejemplo, no tiene ningún tipo de permiso por lactancia remunerado. "Necesitamos disfrutar realmente de derechos laborales como son las bajas o el paro".

Arantza mantiene estos días el contacto con muchos clientes a través de WhatsApp. "Algunas clientas me preguntan para saber qué tinte se tienen que dar en casa porque ya son muchos días sin ir a la peluquería. Otras con las que tengo más confianza me mandan foto de los tintes y los tonos que van a comprar en el supermercado para que les aconseje", explica Arantza Redondo.

Cuando se levante el confinamiento y toque volver a trabajar, esta peluquera cree que no habrá problemas con el regreso de los clientes. "Es más, tendremos que meter horas extra las primeras semanas porque la gente está desesperada por no poder arreglarse el pelo durante tanto tiempo", apunta Arantza.

Son muchos los clientes que acuden a la peluquería a retocarse la raíz cada tres o cuatro semanas, lo que supone que probablemente les tocará darse el tinte a ellos mismos en sus casas mientras dure este confinamiento.

Supervivencia. De media, la mayoría de las pymes y autónomos tienen liquidez para aguantar un mes sin ingresos. Es decir, es un colectivo sin apenas colchón para poder hacer frente al parón decretado de sus actividades laborales.

Cancelar, no aplazar el pago. Dada la situación de falta de actividad y liquidez de los autónomos en estos momentos, los trabajadores por cuenta propia urgen medidas efectivas para paliar las pérdidas, tales como anular (no aplazar) el pago de las cuotas mientras se mantenga en vigor el estado de alarma.

Cuota de marzo. El pasado 31 de marzo a todos los trabajadores por cuenta propia (hayan cesado o no su actividad) se les cobró la cuota de la Seguridad Social en la cuenta bancaria, algo que ha provocado numerosas críticas de los autónomos.

Cuota de abril. A pesar del enfado, este colectivo también tendrá que abonar la cuota del mes de abril, aunque no haya ingresado nada. Lo que sucede es que la moratoria en el pago de las cuotas no entrará en vigor hasta el mes de mayo.

Esta peluquera de Vitoria recuerda que los autónomos solo cobran lo que trabajan, y que llevan con cero ingresos desde que se vieron abocados a bajar la persiana de sus negocios a mediados del mes de marzo, cuando se decretó el cierre de todos los comercios excepto tiendas de alimentación y farmacias.