uando medio planeta estaba convencido de que el virus era poco más que un cuento chino, "una simple gripe", como se tendía a pensar a principios de marzo, de la que prácticamente nos creíamos inmunes porque esta neumonía atípica era algo que solo pasaba a miles de kilómetros, los residentes procedentes de China llamaron la atención del resto de vecinos de Vitoria al ver cómo "por salud" decidieron empezar a bajar de forma voluntaria la persiana de los negocios que regentaban en la capital alavesa, antes incluso de decretarse el estado de alarma.
Lo hacían, como explicaban a este diario, porque "si no nos protegemos nosotros mismos, llegaremos a la misma situación que Italia. Los españoles no están tomando medidas de protección, es como si no existiera el coronavirus", alertaban. Una de las que así lo hizo fue Marta Liu, al frente en Vitoria de varias tiendas de accesorios de teléfonos móviles, como en Dendaraba y en la plaza del General Loma, quien desde que cerró sus comercios, decidió no quedarse de brazos cruzados. Junto a su marido Jianquiao empezó a organizar una campaña de recaudación de fondos para ver "si teníamos la posibilidad de traer" hasta Gasteiz todo tipo de material sanitario, conscientes del peligro que se avecinaba, y que ha logrado reunir la impresionante cifra de 18.000 euros después de que estos ciudadanos particulares se hayan rascado sus propios bolsillos. Una gran labor altruista que ha contado con el "gran favor", como precisa, que les ha prestado la FAVA, la federación de asociaciones vecinales de Álava, para que esta gran acción pudiera llegar a buen puerto en esta ciudad, y que conocían gracias a otras iniciativas en las que la federación de Ángel Lamelas ha echado una mano, como la que emprendieron junto con Aenkomer, para donar materiales a disposición del colectivo Mascarillas Solidarias Gasteiz. "Nosotros, básicamente, nos encargamos del apoyo logístico, aclara Lamelas.
Para coordinar a todos los chinos de la ciudad, como relata Liu, "creamos un grupo a través de la aplicación de mensajería instantánea We Chat con todos los compatriotas que conocíamos, desde comerciantes a otro tipo de trabajadores, que viven en la ciudad desde hace años, e incluso con la asociación de chinos de San Sebastián. Al principio éramos 40 familias y ahora 74", especifica esta vecina vitoriana en un perfecto castellano.
Todo lo han comprado ellos: desde mascarillas, botes de gel, batas... Sin que haya salido de sus tiendas. "La compra la gestionamos con una intermediaria que tenemos en Madrid y lo que necesitábamos lo tuvimos que pedir a China, pero lo hemos tenido que hacer en varias empresas. Por ejemplo, para las mascarillas las encargamos en tres o cuatro sitios diferentes. Todo ha sido muy complicado", añade con cierto pesar.
No en vano, como siempre pasa en la vida, cuanto antes se necesita una cosa, más se retrasa. "El problema es que ha tardado mucho en llegar el material", lamenta. De ahí que a la comunidad china no le quedó otra que hacer en dos tandas todo el reparto de su material solidario, gracias a esos 18.000 euros reunidos. La primera, la hicieron a partir del 20 de marzo cuando donaron a residencias de la Diputación foral de Álava y a los diferentes cuerpos policiales 32.000 guantes, 11.400 mascarillas y 280 botes de gel desinfectante. El segundo de estos turnos de reparto llegó, por fin, ayer al mediodía cuando pudieron entregar al Hospital de Txagorritxu 150 botes de cinco litros de gel desinfectante, 300 litros de leche, más 30.000 guantes, 50 buzos de usar y tirar, medio centenar de gafas, 500 mascarillas Ffp1 y otro medio millar de las Ffp2. "Los filtros de protección de las mascarillas es una de las cosas que más nos ha costado porque sabíamos que Txagorritxu pedía otro tipo de material, mucho más exigente para evitar contagiarse". Y así lo han ido reclamado los diferentes profesionales sanitarios, que durante la pasada jornada recibían todos estos productos llegados de Asia con los brazos abiertos, dada la necesidad de EPI (equipos de protección individual) que han tenido para atender de la forma más segura a pacientes.
La comunidad china de Vitoria, consciente de esta gran necesidad, hizo un gran esfuerzo por conseguirlos, ya que para ellos "el hospital era de lo más importante". Y ya habían visto por la televisión y por todo lo que les habían contado sus diferentes contactos cómo escaseaban los cubrebocas de más alta protección que necesitaban los sanitarios. "Nuestros paisanos chinos han visto todo lo que ha pasado en Wuhan y en Italia y sabíamos que no era tan sencillo acabar con el coronavirus", subraya. Es por ello que desde que empezó esta crisis sanitaria no han escatimado ni en dinero ni en esfuerzos para poder hacer acopio de todos estos productos. "A medida que iban llegado, los hemos ido guardando en el Covirán de la calle Diputación", precisa esta simpática mujer. De esta forma, este céntrico supermercado se convirtió en un particular almacén contra el coronavirus, y dados los palés que iban llegando, ha ido protagonizando alguna que otra escena del popular Tetris para poder encajar las numerosas cajas en él. Un lugar desde el que ayer, a las 11.00 horas empezaron a sacarlas en palés, sudando la gota gorda, debido a los veinte grados que a esa hora marcaba el mercurio para que a las 12.00 horas las pudieran entregar en Txagorritxu. Llamaba la atención las banderas de cada uno de sus packs: la china y la ikurriña y una gran frase bajo ellas: "Aunque haya mares y montañas entre nosotros, aunque nos separe la distancia, nuestras dificultades son las mismas. Nos enfrentamos a ellas juntos. Firmado: donación de la comunidad china de Vitoria".
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Ayer la comunidad china repartió la última tanda de material sanitario.
"Creamos un grupo de la comunidad china en We Chat para coordinar la recaudación de fondos"
Participante en la iniciativa solidaria
"La comunidad china se puso en contacto con nosotros y les hemos dado apoyo logístico"
Presidente de FAVA