- Las Juntas Generales aprobaron por unanimidad el decreto de urgencia fiscal para mitigar el impacto económico de la crisis del coronavirus, en el que se incluyen facilidades para retrasar pagos tributarios y adelantar ingresos por parte de empresas y autónomos, con el objetivo de garantizar su liquidez. Este decreto normativo de urgencia fiscal, aprobado el pasado miércoles por la Diputación, fue convalidado ayer por la comisión permanente de las Juntas Generales, el órgano que sustituye al pleno en periodos en los que no puede reunirse , como ocurre en este caso por la pandemia de coronavirus.

La reunión de ayer se celebró de forma presencial, lo que motivó las críticas de Elkarrekin Araba, que denunció que “en pleno siglo XXI”, y en una situación en la que es necesario limitar al máximo el contacto entre personas para evitar contagios, no fuera posible celebrar el encuentro por videoconferencia.En todo caso, el presidente de las Juntas Generales, Pedro Elosegi, anunció que será la última reunión presencial que celebrarán las Juntas mientras duren las medidas de confinamiento.

Entre otras medidas, el decreto establece una suspensión o prórroga del inicio de los plazos en procedimientos tributarios, de forma que el inicio de los procedimientos de oficio se suspenderá hasta el 1 de junio, en aquellos supuestos cuyo comienzo debiera producirse a partir del pasado 14 de marzo.