las imágenes de decenas de usuarios sentados en torno a la mesa jugando larguísimas partidas de cartas hace tiempo que pasaron a la historia en los centros socioculturales de mayores (CSCM) de Gasteiz. Un punto de inflexión clave en este cambio de dinámica llegó en el año 2008, cuando el Ayuntamiento impulsó un nuevo modelo de participación en los CSCM que se tradujo en la puesta en marcha de sus flamantes comisiones de actividades. Grupos integrados por los propios mayores que comenzarían a diseñar y organizar las iniciativas a desarrollar en sus centros.
Más de una década después, las cifras hablan por sí solas del éxito de aquel giro de timón: Los 15 equipamientos que integran la red de CSCM de la capital alavesa cuentan a día de hoy con un total de 91 comisiones de actividades en las que participan 261 personas mayores, 60 de cuales están involucradas en más de un grupo. El 77% son mujeres y tienen una media de 74 años, lo que demuestra que el vigor no está reñido con la edad.
Charlas, actuaciones, tertulias, recitales de poesía, diaporamas, actividades relaciones con el cine y la lectura, campeonatos, bailes, excursiones culturales o a la playa, bingos, convivencias, paseos saludables... El listado de actividades que integran los programas mensuales de los CSCM es extenso. Nada menos que 58.769 usuarios de los centros de mayores tomaron parte en alguna de las 1.842 iniciativas cocreadas y cogestionadas durante el pasado 2018 por los mayores, que deben seguir unas directrices básicas de programación y presupuestarias que marca el servicio municipal de personas mayores. “Lo que más me satisface es ver a la gente contenta, que hayan estado a gusto cuando han participado en una actividad. Llevo viviendo en El Pilar desde hace 47 años y cuando te ven por la calle preguntan a ver qué es lo siguiente que vamos a hacer”, relata con una sonrisa Mari Carmen Guinea, que forma parte de la comisión educativa del CSCM de su barrio.
La permanencia en la misma comisión tiene caducidad, un máximo de tres años, aunque es muy habitual que los mayores que concluyen su etapa en una se sumen después a otra. Guinea, que antes formó parte de los grupos de salud y audiovisuales de este mismo centro, encaja en este perfil. “En El Pilar somos muy mayores ya y a la gente no le gusta estar solo jugando a las cartas, Yo estaba en el taller Pon en forma tu mente y empecé a participar en las comisiones”, recuerda esta usuaria. Cada uno de los centros puede tener un máximo de ocho agrupaciones de actividades: La escénica, la social, la de excursiones, la recreativa, la de salud, la educativa, la de lectura y la de audiovisuales, y los usuarios pueden apuntarse con base en sus intereses e inquietudes a un máximo de dos por año. Cada comisión está integrada por entre tres y ocho personas.
primerizos y veteranas “En mi caso, es la primera vez que me han liado en esto”, apunta, por su parte, Sátur Moreno, que integra la comisión educativa del CSCM de Txagorritxu. “Pero es una liada muy bonita”, le responde Aurora Nieva, que al igual que Guinea suma ya una amplia experiencia como integrante de distintos grupos. Esta amante de la escritura y autora de varios poemarios forma parte a día de hoy de la comisión escénica del centro de Coronación, donde junto al resto se ha reunido con DIARIO DE NOTICIAS DE ÁLAVA.
La gran aportación de Nieva a esta dinámica ha sido Caminando entre poemas, que los segundos miércoles de cada mes aúna en este CSCM los recitales de poesía y la escucha activa de este género literario. “Siempre recibes más de lo que das. Ver que viene gente a las actividades que organizas y que la vez que menos hemos estado fueron 15 personas me aporta mucho, más que cualquier libro que haya podido escribir”, reconoce Nieva. Como Guinea, que es de su misma quinta, pronto cumplirá 72 años.
Moreno, mientras tanto, suma 66, y pese a ser parte activa desde hace bastante menos tiempo de Txagorritxu ya ha sido copartícipe de la organización de numerosas actividades abiertas, como también lo son el resto, a usuarios de toda la red de CSCM: “Hemos montado paseos a la Catedral, a las murallas, una visita a Chillida Leku... Y para noviembre hemos programado el Mes de la música”, comenta orgulloso. A lo largo del mes que viene, un músico se paseará durante dos o tres horas al día por los distintos talleres de Txagorritxu para compartir su arte con los usuarios. “Los centros tenían antes un uso muy concreto, pero ahora se han abierto mucho. Se adaptan a las necesidades de las personas y a los tiempos. Y los usuarios ya no van a que se lo hagan todo hecho”, contextualiza, por su parte, Alex Beltrán de Lubiano, técnico municipal de los CSCM. Sólo durante este octubre, los centros pondrán a disposición de sus usuarios un total de 215 actividades distintas, la gran mayoría salidas del impulso y la imaginación de las comisiones. Éstas cuentan con el apoyo de los técnicos en animación sociocultural y del resto de trabajadores de los centros para la inscripción de los participantes, la organización o la evaluación de las actividades.
La implicación de los mayores ha evolucionado además hacia fuera, hacia la apertura a los barrios y la colaboración con otros agentes y entidades, lo cual suele traducirse en la puesta en marcha de otras acciones conjuntas. “Es muy gratificante ver a las personas mayores decidir y organizar la programación de los centros; y, sobre todo, ver que lo hacen con enorme entusiasmo y de manera desinteresada. En diez años, han pasado de ser parte pasiva en el diseño de las actividades a convertirse en el motor de las mismas. Han pasado de ver, oír y participar a ver, hablar, proponer y participar”, resume el concejal responsable de Políticas Sociales, Jon Armentia.