Vitoria - Son dos pioneras. Nati López de Munain, la alcaldesa más veterana de Álava, que dejará de serlo oficialmente antes de final de año al ser nombrada directora foral de Medio Ambiente- fue la primera alcaldesa de Elburgo, puesto que ha mantenido durante 16 años. Casi tantos como los 18 años que Miren Fernández de Landa ha estado al frente de Acovi, la asociación de concejos de Vitoria, y que ahora ejerce de concejala de Igualdad y zona rural del Ayuntamiento. Ambas, aunque con puestos muy diferentes, saben lo que es ejercer un cargo electo en la zona rural, y la necesidad que, aún hoy en día, tienen las nuevas generaciones de mujeres que se animan a dar el complicado paso de adentrarse en la política, aunque en el caso de Fernández de Landa no tiene problemas en, recién llegada al Consistorio gasteiztarra, incluirse en el grupo de “las que entran de nuevas” a un cargo con tan amplias responsabilidades.
Para ayudar a las recién llegadas pero, sobre todo, generar un entorno en el que poder compartir experiencias y empaparse de la labor de las más veteranas, Eudel y Emakunde ponen en marcha dentro de Basqueskola una experiencia pionera a en forma de programa de apoyo y mentoría para las mujeres que salieron elegidas en los comicios del pasado mes de mayo. El objetivo, acompañarlas en un proceso para el que en su día, como relata Nati López de Munain, las primeras no tuvieron referentes ni espejos en los que reflejarse. Ella será una de las formadoras que aconsejará a alguna de las nuevas incorporaciones alavesas.
En el otro lado estarán desde presidentas de concejos hasta la actual concejala de Gasteiz, que de sus años al frente de las juntas administrativas del municipio vitoriano recuerda cómo “las mujeres se han ido abriendo camino, porque históricamente han sido espacios muy masculinizados”.
¿Se han dado grandes pasos en la consecución de una igualdad real? ¿O la política alavesa, con un 46% de cargos electos mujeres, tiene aún un largo camino por recorrer? “En algunos casos se nos mira como si estuviéramos ocupando un espacio que antes era del hombre. No es que te cuestionen, pero parece que tienes que demostrar que lo haces bien porque si no tu presencia está fuera de lugar”, lamenta la todavía alcaldesa de Elburgo, aunque subraya que “no hay que generalizar, porque en mi caso la experiencia ha sido positiva”. “En un ayuntamiento pequeño es más fácil encontrarte con cierto rechazo. En mi caso, que he entrado en una legislatura con más concejalas que concejales, es diferente”, apunta por su parte Fernández de Landa.
El problema, recuerdan, es la dificultad que las mujeres siguen teniendo hoy en día para desprenderse de su rol de cuidadoras, ya sea de personas mayores o niños. “Ese rol hace que estar ocupando un cargo fuera de tu ámbito doméstico tenga una sobreexigencia que nosotras mismas nos marcamos”, resalta la primer edil de Elburgo. A la hora de mirar al futuro, ambas coinciden en una cosa: el deseo de ver una alcaldesa, diputada general o lehendakari con rostro de mujer.
“No va a ser fácil, porque implica que las mujeres demos un paso adelante y los hombres un paso atrás. Cuando ves fotos de cargos públicos o empresas esa foto sigue siendo de hombres. Una foto con representación del 50% nos hablará de una sociedad igualitaria por fin”, asegura López de Munain. “Que los hombres renuncien a su cuota de poder es muy complicado, es parte del problema”, concluyen.
La todavía alcaldesa de Elburgo será una de las mentoras del programa presentado ayer.
La expresidenta de los concejos de Vitoria es ahora concejala de Igualdad y zona rural.