vitoria - El camino de Gasteiz para convertirse en una ciudad compasiva, que en pocas palabras esté implicada en el acompañamiento y los cuidados de las personas más frágiles de la sociedad, viene recorriéndose desde hace ya unos cuantos años. A través de distintas iniciativas, a priori pequeñas y modestas por sí solas, pero que con el tiempo han ido ganando en peso y se han ido entrelazando con otras gracias al trabajo de una incipiente red comunitaria. Vivir con voz propia, un colectivo integrado por personas de ámbitos tan diversos como la atención sanitaria, la psicología o la arteterapia, es uno de los protagonistas esenciales de esta dinámica. “Llevamos trabajando seis o siete años en este proyecto y cada vez nos estamos encontrando más gente”, celebra en declaraciones a este periódico el músicoterapeuta Patxi del Campo, uno de los creadores de esta comunidad.
El cuidado de forma totalmente desinteresada de personas en situación de vulnerabilidad, muchas de ellas mayores o en la fase final de sus vidas, así como el impulso de espacios de reflexión y diálogo abiertos a toda la ciudadanía para ir ampliando hacia fuera esa red solidaria han sido dos de los campos de acción más importantes de Vivir con voz propia, que también ha contado con el apoyo económico del Ayuntamiento de Vitoria para el desarrollo de líneas puntuales de trabajo. Ahora, esta colaboración se va a ver ampliada, según avanzan desde el área municipal de Políticas Sociales a DIARIO DE NOTICIAS DE ÁLAVA. Un nuevo convenio de colaboración con Vivir con voz propia, dotado con 15.000 euros, permitirá profundizar en algunas de las acciones que el colectivo viene llevando a cabo a lo largo de los últimos años, como un programa de sensibilización entre escolares de tercero y cuarto de ESO en el cuidado de las personas vulnerables o distintas actividades para la promoción de la convivencia, la diversidad y la protección de los derechos humanos que buscan el fomento de un vecindario compasivo y cuidador. Se trata, en definitiva, de “un impulso sobre algo que ya existe”, según remarca Del Campo, lo cual va a permitir inculcar en muchas más personas de todas las edades los valores de la ciudad en la que Gasteiz aspira a convertirse.
“Vitoria es una ciudad claramente comprometida con el cuidado y el bienestar de las personas. Ahora, con este proyecto, damos un paso más para poner en valor ese compromiso y el trabajo de gente y colectivos plenamente concienciados en acompañar a las personas en situación de vulnerabilidad”, apunta Jon Armentia, concejal delegado de Políticas Sociales. “Es un momento para afianzar este compromiso y darle un impulso institucional más fuerte”, justifica por su parte Sara Buesa, directora del departamento.
Otra de las vertientes sobre las que se apoyará este nuevo acuerdo, que en principio se aprobará en el pleno del Ayuntamiento de noviembre, es la formativa, que por ejemplo llegará al personal de la propia área municipal. “Vamos a trabajar para conformar una red comunitaria que cuide y acompañe a estas personas; a las que viven en condiciones de vulnerabilidad, sufren una enfermedad avanzada, se encuentran en una situación de soledad no deseada o afrontan ya el final de su vida. Lo conseguiremos sensibilizando, informando y formando”, resume Armentia.
“cuidar y ser cuidados” Del Campo insiste en la idea de que “las personas necesitan personas” y de que, en esencia, “se trata de cuidar y ser cuidados”, no tanto de “hacer un producto” o construir servicios como fin último. El portavoz de Vivir con voz propia remarca también por ello que esta dinámica “no consiste en conseguir títulos o placas”, sino en “llevar a cabo acciones” que nacen de la red comunitaria implicada en el proceso y, por tanto, van de abajo a arriba. “¿Hacia dónde vamos? Todo eso se está creando todavía”, apunta Del Campo. “Tenemos un desarrollo comunitario bastante potente, de barrio, de vecindad, y esto es una ventaja. Aquí la función de las instituciones debe ser fomentar la interacción y la participación de las personas que van integrando la red, facilitar todo este proceso”, resume por su parte Buesa.
Cabe recordar que el nuevo equipo al frente del área de Políticas Sociales en la Diputación alavesa también ha dado el primer paso para crear una red vasca de comunidades compasivas, en la que Gasteiz sigue dando pasos firmes. “Es una revolución silenciosa para un cambio social”, sintetiza Del Campo.
Directora de Políticas Sociales.
Vivir con voz propia.
Concejal de Políticas Sociales.