VITORIA - El desarrollo del proyecto íntegro para la rehabilitación energética del barrio de Coronación puede sufrir un notable recorte y ver cómo no llega la parte de las ayudas de la Unión Europea destinadas a financiar el equipamiento de la central del calor. La reciente declaración de desierto del concurso convocado para poner en marcha la central de biomasa que distribuya el calor a las viviendas del barrio es otra más de las trabas que han emergido en el camino de este convulso proyecto. Es por ello que ayer la responsable de Acción por el clima del Ayuntamiento de Gasteiz, Ana Oregi, anunció la “desvinculación de las ayudas para envolventes de fachadas y de la central de calor. Las primeras van a seguir vigentes, incluso si no llegamos a tiempo con la red de calor”, proclamó la jeltzale en un mensaje tranquilizador para los vecinos ya acogidos al SmartEnCity.

Los plazos empiezan a apretar en lo que concierne al innovador proyecto ya que en julio de 2021 terminará el periodo de cinco años inicialmente concedido para transformar Coronación en un ecobarrio.

la central no es rentable La colocación de una nueva envolvente térmica en las fachadas de los edificios y la adhesión a la central de biomasa para recibir el calor en las viviendas son las dos patas que configuran el proyecto. Sin embargo, la construcción y explotación de esa central de calor es un elemento que, con las pobres cifras de adhesiones de viviendas registradas hasta la fecha no es rentable para ninguna empresa. Así se constató en el proceso de licitación, abortado el pasado 27 de septiembre, al que solo concurrió una empresa. La firma Rebi presentó su pliego, aunque no respetó las cláusulas estipuladas y planteaba una central de calor “fuera de los límites de Coronación y con la pretensión de abastecer de calor por este medio a toda la ciudad”, desveló Oregi. Este hecho ha llevado al ejecutivo local a plantearse el contenido del pliego y ya se plantea “modificar las condiciones para sacarlo de nuevo a concurso y variando el umbral de rentabilidad”, concretó ayer Oregi en comisión.

UN AÑO DE MONITORIZACIÓN Este nuevo tropiezo complica el calendario que fijaba en julio de 2020 la fecha en la que la central debiera estar terminada y lista para empezar a realizar su función. Las condiciones que marca la Unión Europa concretan que para la fecha fin de proyecto, julio de 2021, se deben aportar datos de monitorización de los consumos en las viviendas de los últimos doce meses. Ya no se va a poder alcanzar este objetivo, y por ello, la opción que ya tiene sobre la mesa el gabinete Urtaran pasa por “solicitar a la Unión Europea una ampliación referido al tiempo de monitorización”, apuntó Oregi. No quiso dar más detalles ni concretar los siguientes pasos a dar ante las instancias comunitarias. Sí que desveló la responsable de Acción por el clima unos incipientes datos sobre el ahorro en el consumo energético de los dos primeros bloques de la calle Eulogio Serdán con su nueva envolvente térmica. “Tenemos resultados interesantes, con mejores del 50% en el ahorro energético”, aportó.

Estos datos fueron la respuesta a las cuestiones lanzadas por Elkarrekin Gasteiz y el PP sobre el desarrollo de este proyecto. El popular Alfredo Iturricha fue más contundente al considerar la “crónica de un fracaso anunciado” todo lo referido al SmartEnCity de Coronación. “Era el peor barrio para llevarlo adelante”. Más moderado y conciliador se mostró Óscar Fernández al reconocer que durante todo este proceso “debió haber una mayor relación y comunicación con los vecinos”, zanjó.

Fallido concurso. A la licitación de la central de calor solo concurrió la firma Rebi. La ubicó fuera del barrio y con pretensión de incluir a todo Gasteiz.

La responsable de Acción por el clima remarcó el “empeño” del ejecutivo por llevarlo adelante.

El edil popular consideró las circunstancias de Coronación como “el peor barrio” para convertirlo en ejemplo de rehabilitación.

El portavoz de Elkarrekin tildó de “revés bastante serio” las pobres cifras de adhesión de vecinos logradas al SmartEnCity.