vitoria - La gripe volverá a golpear la salud de los alaveses con la llegada del frío y la humedad, generalmente en la recta inicial del invierno, y el sistema sanitario ya ha comenzado a actuar en consecuencia. La campaña de vacunación contra el virus arrancó en la mañana de ayer en los centros de salud del territorio y los pacientes que pasaron por la consulta para cumplir con este ritual se contaron ya por centenares. En algunos como el de Zaramaga, un barrio con un alto porcentaje de población mayor, incluso llegaron a registrarse colas puntuales. Un año más, las personas de más de 65 años, los enfermos crónicos y las mujeres embarazas integran los grupos de riesgo ante la gripe, aunque la vacunación también está recomendada para el personal sanitario.

Aitor García, enfermero en el propio ambulatorio de Zaramaga y por tanto protagonista de excepción del arranque de la campaña, es uno de los profesionales que volverá a cundir con el ejemplo este año, lo que siempre supone aportar un granito de arena contra la expansión del virus. En Zaramaga, alrededor de 3.000 personas están llamadas a vacunarse durante las próximas seis semanas, el plazo marcado por Osakidetza para la campaña, que sin embargo tiende a alargarse todas las temporadas. El mayor pico de pacientes suele registrarse durante las tres primeras. Hace un año, por ejemplo, vacunaron en este centro a 450 personas sólo en las tres primeras jornadas. Ayer, los profesionales de este centro abrieron 60 huecos adicionales de agenda de vacunación.

“Desde principios de octubre y alguno incluso antes, empiezan a preguntar por la campaña. Hay inquietud, sí”, confirmaba el enfermero, dejando claro que cuenta con unos pacientes muy disciplinados. Uno de los más ilustres ayer fue sin duda quien encarnase a Celedón entre los años 1980 y 2000, Iñaki Landa, que se acercó a Zaramaga para recibir el “pinchacillo” a media mañana, un hábito que no deja de repetir todos los años.

“Cuando trabajábamos, en la cooperativa, a partir de los 50 ya nos invitaban a vacunarnos. Y encima nos lo ponían muy fácil, porque todos los días venía el médico a las 8.00 de la mañana. Salías del vestuario, te daban el pinchazo, y a correr. No sé si era muy eficaz o no. Porque cuando tenía menos años, con el vaso de leche con miel bien caliente casi era suficiente. Pero vamos cumpliendo y entramos en situaciones de más riesgo. Vamos a creernos lo que nos dice la ciencia y a ver si nos ayuda un poquito”, apuntaba Landa tras pasar por la consulta. “Bienvenido sea” si con su ejemplo se animan más personas a vacunarse a lo largo de estas semanas.

Por lo general, la gripe presenta un carácter clínico benigno y autolimitado, aunque en los grupos de riesgo ya citados puede presentar complicaciones importantes. El virus se propaga con gran rapidez por su alta contagiosidad y sólo en la temporada pasada dejó 1.662 casos de personas hospitalizadas con gripe confirmada, de las cuales 435 presentaron un pronóstico graves. Además, el número de personas fallecidas por complicaciones derivadas de la gripe fue de 79.

400.000 vacunas El Departamento vasco de Salud ha adquirido más de 400.000 dosis de vacuna contra la gripe para esta temporada, un número que podría incrementarse si fuera necesario, y ha introducido además una novedad importante en los puntos de atención continuada (PAC) -en Gasteiz, calle Olaguíbel- y los servicios de Urgencias -HUA Txagorritxu Santiago-, la dispensación de mascarillas para interrumpir la transmisión de la enfermedad. Salud prevé repartir este material preventivo también en los centros de salud más adelante.

Jaione Aiala, médica de familia en Zaramaga, incidía en la importancia de la vacunación, “la única medida de prevención que hay” contra la gripe, y recordaba también que existen otras medidas adicionales muy sencillas para frenar la expansión del virus, como “el lavado de manos frecuente” o “usar pañuelos de usar y tirar”, así como también el empleo de las mascarillas. “Además de tú no contagiar, a ti no te contagian. Aquí no estamos acostumbrados, pero es una muy buena medida”, defendía esta profesional.

Habrá que esperar a que el virus comience a hacerse fuerte en Álava y su entorno para conocer la virulencia de las cepas circulantes este año, pero los responsables de Salud y Osakidetza quisieron lanzar la semana pasada, durante la presentación de la campaña, un mensaje “tranquilizador”. La gripe que se ha desarrollado por ahora en el hemisferio sur ha sido calificada como “leve a moderada” y a esta previsión quiso sumarse también ayer Aiala, quien sin embargo quiso incidir en las bondades de la vacunación: “No viene tan fuerte este año, pero es importante vacunarse: Mayores de 65 años, enfermos crónicos de diabetes, enfermedades pulmonares, cardiacas o de hígado y las embarazadas, para que si cogen la gripe, no sea tan agresiva”, enfatizaba.

La facultativa también daba cuenta de la buena predisposición de los pacientes de Zaramaga hacia la campaña, lo que a priori ya supone una buena noticia. “Está todo el mundo preguntando desde hace dos semanas a ver cuándo hay que ponerse la vacuna. A algunos hay que animarles a que se la pongan, y a otros, recordarles que no son grupo de riesgo. Hay de todo”, bromeaba Aiala.

Un ritual que se repite. La campaña de vacunación contra la gripe arrancó ayer en los centros de salud del territorio y se extenderá durante las seis próximas semanas. Están llamados a cumplir con este ritual las personas que integran los habituales grupos de riesgo: Mayores de 65 años, enfermos crónicos y embarazadas.

La novedad. Con el fin de interrumpir la transmisión del virus, Osakidetza ha colocado por primera vez dispensadores de mascarillas en las salas de espera de las Urgencias hospitalarias y el PAC.